El 'decálogo' sobre la OTAN, de nuevo encima del tapete

El debate -numerosas veces aplazado- en torno a la permanencia de España en la Alianza Atlántica, o debate sobre el decálogo, como es conocido popularmente, acaparó ayer buena parte de las intervenciones de réplica y contrarréplica en la sesión de la Diputación Permanente del Congreso.El portavoz accidental del Grupo Mixto, Francesc Vicens, llegó a sostener una disputa con el portavoz socialista, Eduardo Martín Toval, al negar éste que hubiese afirmado recientemente que el debate sobre política exterior se celebrará como parte del debate sobre el estado de la nación, contra lo que Vicens decía haberle oído.

El presidente zanjó la cuestión dando a entender que habrá una sesión parlamentaria específica sobre la política exterior y no solapada en otro debate de características más generales. También volvió a tender una mano al ya casi olvidado consenso en torno a este asunto, señalando que la pregunta que se haga en el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN "pasará por un trámite parlamentario".

Así, la sesión de la Diputación Permanente, teóricamente dedicada a la explicación de la reciente crisis del primer Gobierno socialista, volvió a poner sobre el tapete la cuestión atlántica, un tema constantemente agazapado y que parece haber estado, junto a otros varios, en el fondo de una parte de la crisis, y concretamente detrás la sustitución de Fernando Morán al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El decálogo para llegar a un consenso sobre política exterior fue inicialmente expresado por Felipe González en su intervención inicial del debate sobre el estado de la nación del 23 de octubre de 1984. Incluía la permanencia de España en la OTAN, pero no en sus estructuras militares, el reforzamiento de los lazos defensivos europeos y la progresiva reducción de la presencia de tropas norteamericanas en suelo español. No incluía, en cambio, la celebración del referéndum, combatida por la mayor parte de los grupos de oposición moderada, por entender que éste es un tema de la exclusiva competencia del presidente, atado a esta promesa electoral.

Las primeras conversaciones para llegar al consenso, que debía ir seguido de un pleno del Congreso de los Diputados sobre política exterior, a celebrar en marzo, se realizaron en diciembre, seguidas por otras en enero. A partir de entonces los encuentros entre Felipe González y los líderes parlamentarios cesaron, y la posibilidad de celebración del pleno sobre política exterior, del que debía salir un consenso que abarcase a todos los grupos excepto al mixto, se fue aplazando. Y ello pese a que González envió un escrito a los portavoces parlamentarios reiterando su deseo de celebrar el pleno cuanto antes.

Ahora renace la probabilidad de que esta sesión parlamentaria se celebre en septiembre, al margen del debate sobre el estado de la nación. Y con el cambio de Gobierno las posibilidades para el consenso en torno al decálogo renacen, pese a que González ha reiterado, una vez más, que piensa celebrar el referéndum la próxima primavera.