Los ingredientes de la música caribeña
Con Willie Colón y su orquesta se dio inicio el lunes, en el Centro Cultural de Conde Duque, de Madrid, el II Festival Llegó la salsa, que forma parte del programa de Los Veranos de la Villa. El músico latino nacido en el barrio del Bronx, en Nueva York, es trompetista y trombonista, cantante, compositor y director de su orquesta. Incansable, sigue añadiendo ingredientes a la música salsera.Apareció en el escenario serio, casi duro, tras sus gafas negras. El resto de su vestuario podría haberse predicho sin temor a equivocarse: chaqueta blanca, camisa hawaiana, zapatos blancos también. Su primer tema, Jazzy, sin embargo, no podía indicar a quienes le escuchaban por primera vez por dónde iba a llevarlos con la salsa jazzeada de este primer tema instrumental. El patio central del Cuartel del Conde Duque estaba lleno. Más de tres mil personas se preparaban a escuchar un concierto, sentadas en las graderías. Otros, de pie ante el escenario, venían con otro propósito dificil de complacer habitualmente en Madrid. Venían a bailar.
Willie Colón se subió las mangas de la chaqueta hasta los codos y contó una historia, Voló. Una canción, un tópico, el de la campesina que llegó a Nueva York con sueños de grandeza, y después de desengaños, fracasos, abandono del rufián de turno, muere en la indigencia. Pero con esto Willíe Colón ya estaba en lo suyo. La canción empujó a las primeras filas de espectadores ante el escenario a moverse. La salsa mueve.
Para interpretar Tiempo pa'matar, Willie Colón se quitó las oscuras gafas que le separaban imperceptiblemente del público. Entonces ya no hubo distancias. Pintó un cuadro a base de ritmos y frases cortas, pincelada de historias, un paseo en coche por los suburbios de Nueva York, deteniéndose en semáforos ocasionales en los que se extendía cambiando de ritmo e incitando a una mayor expectativa. El público sonreía, y bailaba.
Pero luego hubo una sorpresa. Willie Colón, nacido y crecido en el cóctel cultural que es Nueva York, puso un nuevo ingrediente a su salsa: el flamenco. Gitana, un tema que compuso a principios de este año, fue el regalo de la noche. Composición suya y de Manzanita, es eso: una salsa-flamenca. En ese momento todos bailaban. Los espectadores hasta ahora sentados se pusieron de pie, no podían resistirse. Ahí se vio claramente el quién es quién. Al terminar Willie Colón preguntó: "¿Cuántos suramericanos hay aquí?". La mitad levantó la mano entre gritos. "¿Y cuántos españoles?". La otra mitad saltó entusiasmada. ¿Qué es una salsa sino la mezcla perfecta y homogénea que cobra una nueva identidad con cada ingrediente que se le incorpora?
Babelia
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