La compañía Iberia podrá seguir volando a Londres sin variar la frecuencia de los viajes
Un juez se inhibió ayer sobre una decisión del Ministerio de Transportes británico de reducir en tres el número de vuelos actuales entre Madrid y Londres realizados por la compañía Iberia, lo que supone que la compañía aérea española -no podrá denunciar ante los tribunales londinenses las amenazas del Gobierno británico para reducir sus vuelos a Londres. Los vuelos de Iberia entre las dos capitales tienen en la actualidad una frecuencia semanal de 14, dos diarios en las dos direcciones, y el ministerio pretendía reducirlos a 11.La decisión del juez significa que la línea aérea nacional española podrá seguir con la frecuencia de vuelos actuales en tanto un tribunal de apelaciones no se pronuncie sobre el tema o mientras el Ministerio de Transportes no termine lo que en la legislación británica se conoce como process of due enquiry, una encuesta oficial, que se pronuncie sobre el contencioso entre la compañía Iberia y British Airways.
La tesis en la que el juez ha basado su argumentación para inhibirse es que las relaciones aeronáuticas entre España y el Reino Unido están reguladas por un tratado internacional firmado entre los dos países en 1950 y que no puede pronunciarse, al no encontrarse incorporado el tratado internacional a la ley británica.
El contencioso comenzó a finales del pasado octubre cuando British Airways decidió aumentar en uno sus hasta entonces dos vuelos semanales entre Madrid y Londres. El vuelo pretendía salir del aeropuerto de Heathrow a última hora de la tarde, pernoctar en Madrid y salir de la capital española a las ocho por la mañana, es decir, antes que el vuelo de Iberia.
La objeción española a los planes de este primer vuelo desde Madrid por parte de British Airwais se basa, por una parte, en que la mayoría de los Gobiernos europeos reservan la primera salida de la mañana para su línea aérea nacional.
Además, este derecho de pernocta sólo ha sido concedido por Iberia en circunstancias excepcionales a Swissair y a Austrian Airlines.
Semana de gracia
Según ha manifestado el delegado de Iberia en el Reino Unido, Guillermo Serrano, cuatro días antes del comienzo de la temporada, en abril, se comunicó a British Airways la denegación del permiso de ese tercer vuelo y el Gobierno español dio a la compañía británica "una semana de gracia" para cancelarlo con el fin de no ocasionarle pérdidas.El pasado 20 de mayo, ha añadido Serrano, Iberia recibió una carta del Ministerio de Transportes británico, según la cual la denegación del vuelo de British Airways se interpretaba como un quebrantamiento del acuerdo aéreo de 1950 entre los dos países. Como consecuencia, las autoridades británicas decidieron como medida de represalia comunicar a Iberia que debería rebajar sus vuelos semanales entre Madrid y Londres a 11 en lugar de los 14.
Iberia recurrió contra esta decisión administrativa y ayer el juez decidió inhibirse. La compañía española puede ahora agotar la vía judicial apelando, en primer lugar, al Tribunal Superior y, por último, a la Cámara de los Lores, máximo tribunal de Justicia del Reino Unido y, al mismo tiempo, esperar a que la comisión de encuesta del Ministerio de Transportes británico, que se supone de una total imparcialidad, haga conocer su veredicto.
El delegado en Iberia en Londres ha manifestado a este periódico que, por el momento, las cosas siguen como estaban y ha dado a entender que los contactos entre las dos compañías nacionales prosiguen con vistas a llegar a un entendimiento.
Por otra parte, un portavoz de Iberia señaló a Efe en Londres que "es falso que nuestros abogados hayan amenazado a British Airways con represalias si el Gobierno de este país reduce nuestros vuelos entre Madrid y Londres". Según la agencia británica Press Association, este argumento fue utilizado por los abogados de Iberia ante el juez londinense que ayer se inhibió en el contencioso planteado por la compañía aérea española.
