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Construcciones Contreras, con un millón de capital social, llegó a tener un descubierto crediticio de 2.000 millones de pesetas

Rosa Cullell

La empresa Construcciones José Contreras, SA, que presentó suspensión de pagos el pasado 22 de junio con un pasivo de 822 millones de pesetas y un activo de 1.149 millones, llegó a tener un descubierto crediticio con la Caja de Ahorros del Penedés de más de 2.000 millones de pesetas, según una auditoría fechada a 31 de diciembre de 1984.Sin embargo, en la reciente suspensión de pagos, que fue negociada entre la empresa y los acreedores después de haberse presentado un expediente de quiebra que no fue aceptado, la entidad de ahorro catalana figura como uno de los principales acreedores por la cifra de 127 millones. La empresa contaba con un capital social de un millón de pesetas, según consta en el registro, en el momento de recibir los créditos. La Caja ha destinado ya 900 millones de pesetas a cubrir las posibles pérdidas, con lo que la solvencia de la entidad está asegurada.

La situación de Construcciones José Contreras, SA llegó a ser tan crítica desde noviembre de 1984 que sus abogados presentaron la quiebra voluntaria sin que se llegara a aceptar, según fuentes jurídicas. El mayor problema eran sus relaciones creditícias con la Caja de Ahorros del Penedès. En una auditoría realizada por Arthur Andersen, con fecha de 31 de diciembre de 1984 y que fue presentada a la entidad de ahorro en marzo de 1985, se mostraba que la Caja tenía un descubierto de 2.168 millones de pesetas. El descubierto fue causado fundamentalmente por los créditos concedidos a Contreras.

La auditoría especificaba que tras contabilizar todos los activos financieros, la Caja, a finales del pasado año, tenía unas pérdidas totales de 700 millones de pesetas. Tras desvelarse los datos de la auditoría, el Banco de España intervino en el asunto provocando la dimisión de Joan Insensé, vicepresidente de la Caja y hombre de prestigio en Vilafranca del Penedés (Barcelona).

Los créditos, según fuentes jurídicas, alcanzaron los 3.000 millones de pesetas en su momento máximo, aunque la entidad de ahorro lo niega oficiosamente. Las mismas fuentes afirman que algunos créditos podían haber sido concedidos de forma irregular.

Ante esta situación, Contreras, la Caja del Penedès y el resto de acreedores negociaron el pasado junio, tres meses después de la presentación de la auditoría, salir de la crisis por la vía de la suspensión de pagos. En la suspensión figuraba como principal acreedor la Caja de Pensiones, con 290 millones de pesetas asegurados con garantía hipotecaria, y la Caja del Penedès, con 127 millones. En el activo declarado en la suspensión figuran propiedades por valor de 659 millones.

En la justificación para la suspensión se encuentran "la crisis y la economía sumergida", y se asegura que la empresa tiene en cartera importantes proyectos de apartamentos en Palma de Mallorca y obras de canalización de gas "que garantizan su continuidad".

Reducir deudas

Sin embargo, la principal vía para asegurar la continuidad de Construcciones José Contreras, SA parece ser la negociación del descubierto crediticio con la Caja del Penedès. Para reducir el déficit, en negociaciones entre las principales partes, se decidió que la constructora efectuase daciones en pago de bienes a favor de la entidad de ahorro. Por esta vía, la Caja del Penedès ha recibido, según fuentes jurídicas, un patrimonio inmobiliario de más de 1.000 millones a través de sociedades terceras.Por el contrario, la Cája del Penedés afirma que sólo ha ' recibido de Contreras letras de terceros y que nunca se han hecho daciones inmobiliarias por valor de 1.000 millones, barajándose la cifra obtenida en unos 200 millones.

En cualquier caso, la solvencia de la entidad de ahorro está asegurada gracias a las precauciones adoptadas por la actual directiva. La entidad de ahorro destina cada mes, desde febrero, unos 150 millones de pesetas al capítulo de insolvencias para acabar con el descubierto, al margen de las posibles daciones de inmuebles. Ya en el mes de marzo y tras recibir la auditoría, la Caja envió una carta al Banco de España en la que aseguraba que hasta el mes de abril se habían ingresado alrededor de 250 millones de pesetas en el fondo de insolvencia. La actual directiva de la entidad de ahorro, que ha estado en todo momento al margen de la mencionada concesión de créditos, está en buena situación para acabar con el descubierto y conseguir la recuperación financiera de la entidad antes de finales de año.

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