España perdió 2.000 empresarios durante el pasado año

La caída en los niveles de empleo que viene soportando España no afecta sólo a los trabajadores asalariados. También a los empresarios. Según revela la Encuesta de Población Activa (EPA), que elabora el Instituto Nacional de Estadística, el número total de empresarios censados en nuestro país disminuyó en 2.000 en 1984. El sector servicios registró durante el pasado año la aparición de 23.000 nuevos empresarios, pero este incremento no consiguió invertir el signo negativo del censo.

Cuando el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) puso en su programa electoral la creación de 800.000 puestos de trabajo, pocos empresarios creyeron la posibilidad de cumplir tal promesa. "El problema", explicó un empresario muy representativo, "no es crear 800.000 puestos de trabajo, sino 8.000 empresarios".El descenso del número global de empresarios es atribuible íntegramente a la caída del número de empresarios agrícolas, más de 31.700, de los cuales 28.900 fueron empresarios autónomos. Por su parte, el sector industrial registró en 1984 la entrada en el censo de 1.200 nuevos empleadores, por 5.500 el sector construcción, aparte de los ya citados 23.000 del sector servicios. Esta eclosión del sector terciario, que demuestra ser el más vigoroso y ágil en la creación de empleo, confirma el hecho de que la mayor parte de los jóvenes empresarios españoles surgen de la mano de pequeños negocios relacionados con los servicios. Estos datos fueron puestos de manifiesto por el director general del Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa (IMPI), Luis Escauriaza, en el reciente encuentro sobre fórmulas de financiación para crear nuevas empresas, organizado en Madrid por el Instituto de Empresa.

Es interesante destacar que el número total de empleadores (empresarios con asalariados) censados durante 1984 aumentó en 23.500, gracias a los 21.500 del sector servicios más los 7.200 de la industria, y a pesar de los descensos en agricultura (2.800) y construcción (2.400).

Cambios en el IMPI

Los empresarios autónomos, por el contrario, conocieron en 1984 una caída de 25.500, atribuible en gran parte a los 28.900 empresarios agrícolas autónomos que desaparecieron del censo durante el año pasado. De acuerdo con los resultados de la EPA, los empresarios con asalariados suponían en 1984 el 3,5% de la población ocupada española, frente al 3,3% de 1982 y el 3,1% de 1983. En agricultura, los empresarios autónomos alcanzan hasta el 46,7% de la población ocupada del sector. En los dos últimos años se ha registrado un fuerte aumento de los empresarios autónomos. Así, el número de empresarios sin trabajadores se sitúa en estos momentos en 2.041.200. Más significativo es el hecho de que de las 73.700 nuevas empresas que han aparecido en España desde 1982, más del 757. han sido fundadas por una sola persona, que instala su negocio por cuenta propia.El IMPI, dentro de la creciente preocupación mostrada por el Gobierno en el tema de la creación de nuevas empresas, va a cambiar su estructura y objetivos, pasando de ser un organismo que intervenía en la financiación activa de nuevos proyectos a otro especializado en la prestacíón de servicios o asistencia técnica a las nuevas iniciativas empresariales. El proyecto, que ya fue formulado por la dirección del Instituto al ministro de Industria a primeros de año, persigue convertir al IMPI en ventanilla única, superando la multiplicidad de pasos y trabas burocráticas que dificultan la aparición de nuevas empresas.

En las mencionadas jornadas del Instituto de Empresa se puso de manifiesto que la creación de una empresa en España, al margen de las nuevas subvenciones por creación de empleo, encuentra todavía numerosas dificultades burocráticas y financieras. Una empresa sencilla, según ello, se tarda en montar en España más de 3 meses y con un coste inicial, sólo en trámites, nunca inferior a las 300.000 pesetas, mientras que en un país con una fuerte burocracia como es Francia, el trámite dura como máximo un mes y en Estados Unidos se puede legalizar una nueva sociedad casi en un día.

Las líneas maestras del nuevo IMPI girarían así en torno a varios objetivos: acentuación de los servicios de información a las empresas; prestación de ayuda técnica a la creación de empresas -planes de viabilidad, estudios de mercado, búsqueda de socios, problemas jurídicos, etcétera-; búsqueda de mecanismos para facilitar el acceso de las Pymnes a los grandes concursos públicos; ordenamiento de los términos de subcontratación de las-Pymes con las grandes empresas, y difusión de nuevas oportunidades tecnológicas.