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La visita de Benyedid establece las bases de una nueva cooperación entre España y Argelia

La visita de tres días a España del presidente de Argelia, Chadli Benyedid, concluida ayer, culminó un largo proceso de más de dos años, desde el inicio del contencioso del gas, que ha permitido a los dos países disipar sus recelos respectivos y sentar las bases para una reconstrucción del clima político y económico que prevalecía antes de la crisis.

La firma ayer en el palacio de Santa Cruz de un "acuerdo marco de cooperación económica" suficientemente genérico y poco explícito como para admitir todas las interpretaciones optimistas, recuerda que los argelinos están también dispuestos a esa "recuperación", sin prisas y sobre todo dentro de un marco garantizado por los dos Gobiernos.La visita de un jefe de Estado, como es habitual, no está destinada a abordar problemas o discusiones nuevas, sino a confirmar propósitos que ya han sido ampliamente debatidos de antemano por los ministros del ramo.

El acuerdo marco, válido durante los próximos cinco años y controlable a través de la comisión mixta creada en 1983, menciona algunos campos de posible cooperación, como la económica y la industrial, la transferencia de tecnología.

Se menciona igualmente la cooperación en materia de transportes marítimos y ferroviarios, la cooperación de pequeñas y medianas empresas, y la creación de empresas mixtas, esta últimaorientación fracasada en lo que concierne a Marruecos, pero que no tiene por qué ser igual de negativa con Argelia.

Cooperación financiera

Se habla también de la "necesaria cooperación financiera", un país que tiene una deuda exterior de cerca de 2,8 billones de pesetas, pero que conserva un excelente crédito con los organismos financieros internacionales, como confirma el préstamo de 700 millones de dólares obtenido a principios de 1985.La Prensa marroquí, como era de esperar, ha seguido este viaje con gran interés, y ha hablado incluso de "chantaje argelino" hacia España, pero su oposición esta vez no pasa de tener un objetivo interno, porque el rey Hassan 11, en cuanto a él, no viaja al extranjero desde abril de 1983. El Gobierno marroquí y los medios oficiales, por el contrario, aceptan bien, al menos públicamente, lo legítimo que resulta por parte de España mantener unas buenas relaciones con todos los países del Magreb.

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