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La influencia del Club de Roma está en el valor de las ideas, según Díez Hochleitner

Los miembros del Club de Roma reunidos en Santander coinciden en señalar que el papel de éste se centra en una actuación a nivel internacional que intente encontrar respuestas a la gobernabilidad no sólo en el ámbito de los países, sino también en el de corporaciones y empresas. Ricardo Díez Hochleitner, presidente del capítulo español, respondiendo a una pregunta en torno al posible papel mediador del Club de Roma en una situación de creciente tensión mundial afirmó que la influencia de la organización "hay que medirla en el valor de las ideas" que se barajan en las sesiones de trabajo, así como en la visión anticipativa en relación con los grandes problemas.

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El grupo carece de ambiciones políticas y de poder, dice su presidente, Alexander King

Desde el pasado martes se encuentran en Cantabria unos 70 de los cerca de 100 miembros activos con que cuenta, el Club de Roma. Como precisó el secretario del club, el francés Bertrand Scheider, representantes de los cinco continentes y 47 países -tanto del Este como del Oeste, del Norte o del Sur, de países desarrollados o en vías de desarrollo- han mantenido reuniones de trabajo en la fundación Santillana, en Santillana del Mar, y en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander.El debate que se celebra en Cantabria se ha centrado en la propuesta presentada por él catedrático de Estadística, residente en París, Jacques Lesourne, titulada Gobernabilidad de un mundo en transición. Alexander King, presidente del Club de Roma, destacó Ayer, en la conferencia de prensa celebrada en la UIMP, la importancia del tema abordado, así como la circunstancia de que sea en España por primera vez, desde su adhesión al club en 1976, donde se celebre una de las reuniones bianuales de la organización.

King se refirió a la complejidad de los actuales problemas del mundo, añadiendo que el objetivo de los traba os realizados en Santander es plantearse la problemática de hoy con la conciencia de que en ella se encuentran encerrados los desafíos del mañana.

El trabajo desarrollado por el Club de Roma pretende ser complementario de los análisis, condicionados por la ambición "legítima" de mantenerse o acceder al poder, que llevan a cabo los distintos gobiernos. Para el presidente del Club de Roma es importante que la problemática general del mundo se plantee en términos de futuro, teniendo en cuenta los cambios profundos que, a su juicio, se producirán a corto plazo en el comportamiento de las sociedades.

El desempleo

El análisis de las situaciones generales de una forma conjunta, y la imposibilidad de encontrar soluciones individuales, también fue abordado por el presidente del Club de Roma. Refiriéndose en concreto al problema del desempleo, King reflexionó en torno a la demostrada incapacidad de las soluciones planteadas en el ámbito reducido de cada país, de las que dijo estaban motivadas por razones electorales.

"Cuando se pierden empleos en Europa por el esfuerzo que el Japón está haciendo en el desarrollo de la microelectrónica", precisó el presidente del Club de Roma, "se está ayudando a crear puestos de trabajo en el país citado. Los eventos que se producen fuera de la frontera de cada país", concluyó, "condicionan lo que ocurre dentro de ella".

El opinión de Scheider, secretario general del Club de Roma, el papel de éste es el de posibilitar el diálogo "cuando éste se ha hecho imposible en la estructura oficial", y obtener el acuerdo de las partes, no como un fin en si mismo sino como elemento ejemplarizador del sentido del diálogo.

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