Soares presenta su dimisión al presidente Eanes

La crisis política portuguesa latente hace más de un mes se agudizó ayer con la petición de dimisión del primer ministro Mario Soares y la reunión hoy del Consejo de Estado, que debe pronunciarse sobre la disolución del Parlamento elegido el 25 de abril de 1983. Mario Soares ha dirigido una carta al presidente Eanes para comunicarte su renuncia al cargo de primer ministro, decisión que, una vez aceptada por el jefe del Estado, arrastrará la caída automática de todo el Gobierno constituido por el dirigente socialista el 9 de junio de 1983.

La decisión de Soares no ha causado sorpresa en Lisboa, ya que Soares había anunciado su intención de renunciar el 14 de junio último después de la dimisión colectiva de todos los ministros y secretarios de Estado socialdemócratas como consecuencia de la ruptura de la coalición de centro izquierda en el poder en Portugal hace poco más de dos años.Con todo, la dimisión del Gobierno portugués sólo será efectiva a partir de su aceptación por el presidente de la República, y Eanes puede retrasarla unos días para permitir al actual primer ministro asistir a la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la CEE que se realiza en Milán este fin de semana, como fue anunciado el lunes después del último encuentro entre Soares y Eanes.

Cuando se dirigió al país para anunciar su intención de renunciar, el líder del Partido Socialista Portugués (PSP) había prometido mantenerse en funciones hasta que se encontrara una solución a la crisis abierta por los socialdemócratas. Los socialistas explican su cambio de actitud por la inminencia de la disolución del Parlamento de Lisboa, que considera inconstitucional.

Según los dirigentes socialistas, el presidente Eanes debería encargar al PSP formar un nuevo Gobierno, ya que fue el más votado en las elecciones legislativas de 1983, y el Parlamento debe tener la oportunidad de decir claramente si acepta o no un Gobierno minoritario socialista hasta la realización de las elecciones presidenciales previstas para diciembre próximo.

Socialdemócratas, democristianos y comunistas, que fueron recibidos otra vez ayer y en audiencias separadas por el general Eanes, han vuelto a exigir la disolución inmediata del Parlamento. Además, socialdemócratas y comunistas rechazan la eventualidad de un Gobierno socialista hasta las próximas elecciones.

Posición conocida

El Consejo de Estado, que se reúne hoy bajo la presidencia del general Eanes, debe pronunciarse formalmente sobre la cuestión de la disolución y su opinión debe ser publicada en el Diario de la República antes de la formalización de la disolución. Sin embargo, la posición del consejo ya es conocida: en la anterior reunión, realizada el jueves, 10 consejeros se han pronunciado a favor de la disolución, y seis, en contra.Las elecciones legislativas deben, según la Constitución, realizarse en el plazo de 90 días a partir de la fecha de la disolución, y se piensa que los comicios tendrán lugar el 5 o el 10 de octubre próximo. Queda aún por resolver la cuestión del Gobierno que sucederá al de Mario Soares: los socialdemócratas están dispuestos a apoyar a un Gobierno constituido por personalidades independientes; los comunistas condicionan su apoyo a la participación en el futuro Gabinete, y los democristianos no aceptan otra solución que el mantenimiento del actual Gobierno dimisionario. En estas condiciones, y después de la toma de posición del PSP, parece inevitable el vacío de poder en Lisboa hasta la realización de las elecciones legislativas. El futuro Gobierno sin apoyo parlamentario deberá limitarse a organizar los comicios y a gestionar los asuntos corrientes.