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Entrevista:

Nando dalla Chiesa: "La Mafia avanza porque la democracia italiana es débil y el soborno muy fuerte"

JAVIER GARCÍA, El 3 de septiembre de 1982 eran asesinados en Palermo, con el sello de la Mafia, el general Carlo Alberto dalla Chiesa y su esposa. El general había sido encargado, tras sus éxitos en la lucha contraterrorista, de liquidar al poder mafioso en Sicilia, su centro neurálgico. Hoy, el hijo del general asesinado, Nando dalla Chiesa, continúa a su manera la lucha de la familia contra el poder mafioso en Milán, donde es profesor de la universidad de Bocconi. Intelectual y sociólogo, militante del Partido Comunista de Italia (PCI), Nando dalla Chiesa, de 35 años, afirma a este periódico que "la familia no se ha rendido".

Dalla Chiesa cree que el avance de la Mafia en Italia ha sido posible porque la democracia italiana es débil y el soborno, por el contrario, muy fuerte. Su lucha contra la Mafia es intelectual, porque considera básico lograr cambiar la opinión pública y que ésta no sea favorable a la Mafia. Dalla Chiesa cree que el gran éxito en Italia ha sido que antes se decía que la Mafia "es un poder invisible" y hoy ya no se puede decir. Se sabe muy bien qué y quién es la Mafia.Pregunta. ¿De qué modo ha variado su vida el hecho del asesinato de su padre a manos de un grupo de mafiosos?

Respuesta. Mi vida ha cambiado mucho. Yo decidí pocos meses antes del asesinato dedicarme completamente a la investigación. Me he metido en la política, y en ello influyó también el asesinato. Me he forzado a cambiar porque me he dado cuenta de que la gente en Italia no estaba convencida de que la Mafia es un problema que afecta a toda la nación y que si no cambiaba la opinión pública habría sido muy difícil seguir adelante en la lucha contra la Mafia. Entonces he decidido, como intelectual y como sociólogo, favorecer el cambio de la opinión pública en Italia.

He hecho todo lo que podía hacer porque se clarificara esta situación. Más no podía hacer como sociólogo. Mi libro Delito imperfecto creo que ha servido para hacer entender a la gente lo que había sucedido o cuál son las condiciones que ayudan a la Mafia, porque para mí ha sido muy importante la experiencia, no sólo antes del asesinato de mi padre, sino la experiencia de después.

P. ¿Cree que ha aclarado a la opinión pública con su libro Delito imperfecto algunas lagunas sobre el poder mafioso?

R. El libro está compuesto por conocimientos sociológicos y modos de razonar. Pero también hay mucho de la manera de razonar de un hijo que ha pasado por una experiencia importante. En el libro hay una historia que yo he reconstruido para que todo el mundo conociera todo aquello que yo sabía de más respecto a la gente. Para que se pudiese comprender cómo una persona que pide justicia viene a encontrarse con tantas dificultades. Las complicidades morales e intelectuales que hay incluso por parte de los que no son mafiosos. Y explicar que es posible cambiar. Hay también un mensaje de esperanza en el libro.

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P. ¿Cuál es, a su modo de ver, la solución en la lucha contra la Mafia?

R. La solución que obliga a cada uno consiste en que cada persona en su campo asuma sus responsabilidades. Hay condiciones políticas, económicas, culturales y morales que ayudan a la Mafia. Por ejemplo, la opinión pública sólo trabajando en el campo moral, cultural o social debe convencerse del tipo de solidaridad que es necesario para formar esta sociedad, y la solidaridad de las profesiones, de las corporaciones, la solidaridad de los ciudadanos sobre algunos hechos y principios universales.

P. La situación va mejorando y la policía está consiguiendo últimamente éxitos con las detenciones de importantes mafiosos.

R. Sí. No se puede decir que la policía y la magistratura no les hayan dado golpes. Es necesario continuar dándoles. La única cosa que se puede hacer es no darles respiro, no dar espacio a la Mafia. No decir ahora hemos vencido, porque hay muchos y grandes intereses en juego. Esto, si lo hace sólo la opinión pública, no basta. Si lo hace sólo la policía, tampoco. Es necesario la solidaridad de todos juntos.

Testimonio

P. ¿Su familia ha continuado su camino de compromiso en la lucha contra la Mafia?

R. Tengo dos hermanas, una mayor que yo y otra menor, y ambas se han comprometido en aquello que podían hacer. Creo que todos hemos conseguido algo también porque el nombre de mi padre ha permanecido muy popular en Italia, en la conciencia de los ciudadanos, y por eso era muy importante dar un testimonio, para enseñar que la familia no se ha rendido.

P. ¿Cree que la Democracia Cristiana italiana es la columna vertebral de la Mafia, como se ha insinuado en numerosas ocasiones?

R. Pienso que sí. Sobre todo algunas corrientes democristianas, algunas partes de la DC. Por ejemplo, algunas de las personas arrestadas han estado siempre con cargos importantes en la DC siciliana o han financiado corrientes sicilianas. Es difícil decir todo el partido, pero la DC siciliana ha dado hospitalidad a los peores exponentes del poder mafioso. Y, además, hay un estrecho lazo entre estas corrientes de Sicilia y el poder romano. La DC está en dificultades porque nosotros no la hemos permitido decir más que la Mafia es un poder invisible". Hemos dicho: no, son aquéllos de allí, y la DC ha comenzado a perder votos en Sicilia. Sobre todo aquellos hombres, aquellas corrientes más comprometidas. Espero que la DC consiga cambiar. Temo que sean más fuertes aquellos que no quieren el cambio y tienen fuerza de extorsión. Tienen una fuerza de chantaje y de amenaza muy fuerte. Se necesita ver qué ocurre, pero lo que se está verificando ahora en Sicilia es también el ataque que el Gobierno ha dado a los magistrados, aquellos que luchan contra la Mafia. Esto hace pensar que la fuerza de la Mafia es todavía muy alta dentro de los partidos.

P. ¿Por qué no se ha logrado erradicar a la Mafia en Italia después de tantos años y, por el contrario, el poder mafioso ha ido creciendo y ha penetrado en los países del Mediterráneo, en Norteamérica y otros países del mundo?

R. Es difícil luchar, pero si uno trabaja con inteligencia, pensando mucho y también tratando de evitar el dolor y manteniendo los ideales, es posible ganarles el terreno. Cuando mataron a mi padre todos decían que me resignara, que jamás cambiaría nada, que era una ilusión pensar en vencer a la Mafia. Sin embargo, ha cambiado mucho. Yo pienso que es difícil, pero posible.

Creo que hay situaciones que favorecen la infiltración de la Mafia por todas partes. Ellos hacen muchas inversiones, por ejemplo en el sector turístico. Los países del Mediterráneo están muy expuestos a la penetración de la Mafia con esas inversiones. En España creo que ha ocurrido así, en casinos, hoteles, urbanizaciones turísticas. Allí también se pueden refugiar y emprender nuevas inversiones económicas, se pueden ocultar y el turismo les ofrece mucha movilidad y no hay control.

Tenemos que impedir que los intereses mafiosos lleguen a ser poder. Una cosa es que estén al margen de la sociedad y otra que tomen el poder político y económico. Eso depende de nosotros. En Italia se ha verificado que estos intereses han llegado a ser poderes. En una democracia como la italiana, tratamos de convencer de que la lucha contra la Mafia no es sólo la lucha contra la delincuencia organizada, sino que se debe impedir

Nando dalla Chiesa: "La mafia avanza porque la democracia italiana es débil y el soborno muy fuerte"

que llegue a ser el punto de referencia de los intereses políticos, económicos e institucionales. Eso es demasiado.P. ¿Cree que su lucha pasa por su militancia en el PCI?

R. Yo había entrado en el partido comunista un año antes del asesinato de mi padre, pero había decidido no meterme en política. Me inscribí como lo hace otra gente que trabaja en la Universidad, pensando en contribuir de manera intelectual.

El movimiento contra la Mafia es ahora independiente y no está ligado, como antes, a la oposición política. Entonces yo me he comprometido, pero sin hacer pesar mi pertenencia al PCI. Incluso nunca lo nombro. Yo no hablo nunca de los partidos si no es para acusar a las personas de los partidos. Por ejemplo, cuando hablábamos antes de la DC. Pero no es un dato. Yo no lo considero un dato importante en la lucha contra la Mafia si no es por el hecho de que puedo sensibilizar al partido comunista sobre este tema, porque no es que el partido comunista a nivel nacional sea muy sensible sobre él.

Potenciar la democracia

P. ¿Qué ha investigado personalmente en este tema?

R. Sobre todo, he afrontado las relaciones entre la Mafia y el ambiente que permite que ésa sea más fuerte. Porque si la Mafia es fuerte no es sólo porque haya mafiosos, sino porque la situación en torno a ella le consiente ser fuerte.

P. ¿Es necesario buscar una solución diferente cuando el poder político ha permitido el avance de la Mafia?

R. Yo pienso que en Italia urge potenciar la democracia. Si los poderes criminales han tenido este espacio es porque la democracia es muy débil. Es muy fuerte el soborno, el intercambio político; es decir, yo me callo esto si tú te callas lo otro. Por eso es necesario constituir una democracia más fuerte en la que participen las organizaciones ciudadanas.

El punto de partida de mi compromiso y del de millares de personas pasa por la constitución de estas organizaciones ciudadanas, que pueden ser mixtas, de intelectuales, periodistas, magistrados.

P. ¿La colaboración internacional puede ser otro punto importante para reducir espacio a la Mafia?

R. Sí, se necesita la colaboración internacional, pero teniendo presente lo que cada país en su interior debe hacer. O sea, que hay que impedir que en cada país la Mafia llegue a ser el poder, que el tráfico de heroína llegue a ser el poder, como ha pasado en Bolivia.

P. ¿Cree que si el partido comunista llegara al Gobierno cambiaría la situación?

R. Depende mucho. Yo no creo que baste el partido comunista para luchar contra la Mafia. Incluso porque en el partido comunista cuesta mucho hacer comprender que la Mafia no es sólo una cuestión siciliana. Incluso a los jóvenes comunistas no es fácil hacerles comprender que la Mafia es un problema nacional que atañe no sólo a Sicilia.

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