"La familia real española es la más melómana que conozco", afirma el director de orquesta Zubin Mehta

Con un lleno que indica algo más que un acontecimiento musical, y con mucha gente sin conseguir una localidad, pese a haber guardado cola toda la noche, dio ayer la Orquesta Filarmónica de Nueva York el primero de los tres conciertos programados para Madrid, uno de ellos, ensayo sin público. Zubin Mehta, director de la Filarmónica, declaró anoche en Madrid que la familia real española "es la más melómana que conozco". Madrid es uno de los últimos puntos de la gira europea, patrocinada por el Citibank; comenzó en Londres el 30 de mayo y concluirá en Tel Aviv.

A lo largo de un mes habrán visita de 20 ciudades (Londres, Francfort, Múnich, Berlín Este, Dresde, Leizpig, Amsterdan, Stuttgart, Budapest, Viena, París, Bonn, Zúrich, Florencia, Milán, Roma, Madrid, Atenas, Estambul y Tel Aviv), en las que interpretarán, además de las obras que traen a España, la Sinfonía fantástica, de Berlioz; la suite número 2 del Dafnis y Cloe, de Ravel; el Segundo concierto para violín, de Prokofiev; la Obertura del carnaval, de Dvorak, y Prisma, de Jacob Truckman. En la actuación de Israel, Zubin Mehta mezclará miembros de esta orquesta con otros de la Filarmónica de Israel.Según explicó Zubin Mehta en la conferencia de prensa ofrecida ayer, la orquesta ha traído a Europa tres programas, para mostrar su versatilidad.

También los músicos norteamericanos se sienten mal pagados, explicó. En la Filarmónica de Nueva York, el sueldo mínimo es de 850 dólares por semana (unas 155.000, pesetas). Los solistas mantienen un contrato secreto con la empresa, sólo conocido por ellos.

Desconoce piezas españolas

La Filarmónica no tiene preparada ninguna pieza española, y Mehta no conoce obras de los compositores contemporáneos españoles, pero dijo estar dispuesto a estudiarlas si le son enviadas.La orquesta tiene previsto viajar el lunes a Atenas, pero se han presentado problemas tras la recomendación del presidente Reagan de que ciudadanos norteamericanos no utilicen aquel aeropuerto. Según Mehta, es probable un arreglo. El coste del desplazamiento de los 150 componentes de la orquesta, staff y familias asciende a unos 300 millones de pesetas, que son sufragados por el Citibank. En Estados Unidos hay una legislación que protege las subvenciones a las artes de las empresas privadas. Esta preocupación cultural y social potencia la imagen de las firmas y permite una mayor diversificación en la oferta artística.

Este patrocinio conlleva la organización de la gira en todo tipo de detalles. En este caso, los coordinadores de distintos países fueron concentrados en Francfort para recibir un entrenamiento especial en cuanto a la organización de to dos los actos y acontecimientos paralelos hasta llegar al extremo de cuidar que el maestro Mehta disponga de sus picantes y su vaso de leche, o que un ordenador programe la distribución de las localidades de los invitados a los con ciertos de forma que siempre haya cerca de los mismos un directivo de la compañía.

Naturalmente, las anécdotas surgen por doquier y a los organizadores les ha resultado sorprendente la frialdad con la que inicialmente se acogía el proyecto y las continuas llamadas para solicitar localidades más tarde, ofreciendo a veces cuantiosos regalos a cambio, con el comentario de que "es que va a ir todo el mundo", frase que caricaturiza la mentalidad de parte del público que asiste a estos espectáculos músico-sociales.