La reprivatización de las bodegas Berberana, pendiente de criterios políticos

Por segunda vez en todo el proceso de reprivatización de Rumasa, el Gobierno ha de tomar la decisión sobre la venta de una empresa para la que no existe una propuesta concreta por parte de la comisión asesora. Después de Loewe, Bodegas Berberana llegará esta semana a la mesa del Consejo de Ministros sin un candidato claro para la compra. Pedro Rovira y una sociedad formada por cooperativas riojanas se disputan el control de la bodega más importante que tenía Ruiz-Mateos en La Rioja, aunque esta última parte como clara favorita para la adjudicación.

La comisión asesora estimó que las dos ofertas eran económicamente equiparables, por lo que, sin entrar en criterios sociales o políticos, no podía inclinarse por una de ellas. Sin embargo, el Gobierno riojano, que ha contado con un completo apoyo por parte de la Dirección General de Patrimonio, está prácticamente seguro de que Berberana pasará a manos de las cooperativas. Esta confianza se ha visto reforzada por las declaraciones de Alfonso Guerra durante su reciente visita a La Rioja, en donde manifestó que a igualdad de condiciones el Gobierno se inclinará, con toda seguridad, por la oferta social. "Tenemos gran interés", señaló el vicepresidente del Gobierno, "en que la propiedad de Berberana pudiera ser social. Pero es necesario además que la oferta social sea como mínimo equiparable a la privada, ya que entregar una propiedad por menos dinero del que ofrecen otros sería, desde el punto de vista de la acción del Gobierno, una malversación de fondos".

Según el informe presentado por la firma First Boston sobre las dos ofertas a la comisión reprivatizadora, la de Pedro Rovira es superior en unos 50 millones de pesetas a la oferta de las cooperativas, aunque éstas ofrecen un pago al contado por las acciones de Berberana de 375 millones de pesetas, lo que, para la comisión, las hace equiparables desde un punto de vista económico.