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Negociación secreta de Marruecos con el Fondo Monetario Internacional

El primer ministro marroquí, Karim Lamrani, y el ministro de Finanzas, Abdellatif Jouahri, estuvieron en Washington a primeros de este mes para celebrar unas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que, por razones desconocidas, el Gobierno marroquí ha mantenido y mantiene en secreto.El jefe del Gobierno marroquí y el ministro de Finanzas intentaban obtener la aprobación del FMI a una nueva petición de Marruecos de 300 millones de derechos especiales de emisión, 298 millones de dólares, para hacer frente a las actuales dificultades financieras del Gobierno.

Al mismo tiempo, y tal vez mucho más importante por sus repercusiones, Marruecos desea retractarse, al menos hasta principios de 1986, de determinados compromisos contraídos con el FMI cuando renegoció su deuda exterior, principalmente el que concierne a la eliminación de subvenciones estatales a los productos de consumo de primera necesidad. Al parecer, el FMI no aceptó los argumentos marroquíes y, por el contrario, le ha solicitado una carta de intenciones que debe ser decisiva para la concesión de las nuevas facilidades solicitadas y para la próxima renegociación de la deuda exterior privada de Marruecos.

El Gobierno marroquí parece estimar ahora, a raíz de informes coincidentes, que la supresión de las subvenciones estatales que paga la caja de compensación, que se traduciría inevitablemente en nuevos aumentos de precios de los artículos de primera necesidad, sería, probablemente, origen de nuevos y graves disturbios sociales.

Los partidos de la oposición (socialista, comunista y marxista OADP) estiman que el pueblo marroquí vive actualmente "al límite de lo soportable" y que "no se le puede exigir absolutamente ningún sacrificio más".

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