Derrotada en referéndum una iniciativa para prohibir el aborto en Suiza
La mayoría de los cantones suizos ha rechazado el proyecto de ley antiabortista que se presentó ayer a referéndum en este país. El proyecto de legislación que se proponía a los electores tenía como fin el incluir en la Constitución de la Confederación Helvética que "la vida del ser humano comienza desde su concepción y finaliza con su muerte natural", con lo que el aborto hubiera pasado automáticamente a ser ilegal, así como la eutanasia.
A última hora de ayer se había ya establecido una mayoría de voto contraria a los antiabortistas, y más de la mitad de los 26 cantones suizos habían rechazado la propuesta de enmienda constitucional, dato este último importante, ya que además del voto popular era necesaria una mayoría cantonal.Esta iniciativa legal había sido auspiciada por el partido Demócrata Cristiano, miembro de la coalición gubernamental actualmente en el poder, que obtiene su apoyo entre los grupos más conservadores del país. También contaba con el apoyo de la Conferencia Episcopal Suiza, los grupos protestantes fundamentalistas del país y de los sectores políticos de la extrema derecha.
Sin embargo, a pesar de su pertenencia al gobierno, tanto éste, como el Parlamento de la nación, habían recomendado a los ciudadanos el no en el referendum por considerar que "el derecho a la vida está de sobras protegido por la Constitución".
Las últimas semanas de la campaña habían subido de tono con la presencia de la madre Teresa de Calcuta, que se unió a los grupos antiabortistas. De hecho, este referéndum no es más que el último episodio de la larga lucha de casi 15 años que enfrenta a partidarios y opositores a la liberalización del aborto en Suiza.
Desde 1971 se han sucedido toda clase de propuestas de ley, tanto para, autorizar como para impedir el aborto, sin que ninguna de ellas haya conseguido llegar a ser aprobada.
La actual situación legal del tema en Suiza es extremadamente vaga, ya que se autoriza el aborto según "indicaciones médico-sociales".
Lo que quiere decir que una mujer puede someterse a una interrupción voluntaria del embarazo tras haberse puesto de acuerdo con su médico. Sin embargo el médico puede negarse a practicar esta operación, tanto por razones éticas como legales, ya que en ocho cantones el aborto está expresamente prohibido, con la excepción de algunos casos muy especiales que son dejados al criterio del médico.
'Turismo ginecológico'
En realidad lo que sucede es que cada cantón tiene su propia interpretación de la ley, siendo muy tolerante en los de carácter más urbano, como Ginebra, Zurich, Berna y Basilea, y más rígida en los rurales.Esta situación ha creado un fenómeno similar al que se produce en España, y que los suizos llaman turismo ginecológico: las mujeres que viven en cantones en los que el aborto está prohibido se ven obligadas a trasladarse a cantones más liberales para realizar esta operación.
Según las estadísticas oficiales, en el cantón de Ginebra, uno de los más liberales, se practicaron en 1984 casi 10.000 interrupciones voluntarias del embarazo. Sin embargo en el cantón de Friburgo, de gran mayoría católica, tan solo fue autorizada la práctica de dos abortos durante el mismo período.
La última vez que los suizos votaron sobre este tema fue en 1977, cuando debieron decidir sobre una propuesta de ley que autorizaba sin restricciones la interrupción voluntaria del embarazo durante los tres primeros meses de gestación.
En aquella ocasión la propuesta fue derrotada por un escaso número de votos populares, pero no consiguió más que la aprobación de los ocho grandes cantones urbanos.
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