Especular con unas frases
P. S. "Una señora se acercó en cierta ocasión. a Picasso y le pidió un dibujo", cuenta el escultor Pablo Serrano. Picasso se lo hizo. "Falta la firma", dijo la señora al verlo. Picasso respondió: "Usted me pidió un dibujo, no una firma".
La firma, es sabido, y también el ofrecimiento, pueden ser materia de especulación según Serrano, que recuerda haber visto en el mercado una obra de Kandinsky dedicada a un familiar. Existe una variante del cazador de autógrafos que los busca en los mercados de libros de segunda mano. (Aunque para enipezar a hablar de una firma en un libro de un poeta del 27 hay que partir de 25.000 pesetas.)
Pablo Serrano ha realizado tan pocas dedicatorias que no las recuerda. El móvil del artista puede ser muy variado, dice, aunque domine el afecto. En escultura es mucho más infrecuente que en otras artes, pues es preciso estampar la frase en el molde. Se suele practicar en las pruebas de artista. Picasso acostumbraba destinar una de sus litograflas, fuera cual fuere la serie, a su viejo amigo Sabartès.
Para ti
El texto sobrio, de un nombre, incluso sin apellido, se da con frecuencia. A todas luces parece un mensaje personal, del que sólo sabrá el interesado o a lo sumo los íntimos. Fernando Savater recuerda que Agustín García Calvo escribió en una de sus obras: "Para el público y para ti". Ese mismo destinatario secreto aparece en El rayo que no cesa, de Miguel Hernández: "A ti sola, en cumplimiento de una promesa que habrás olvidado como si fuera tuya".
A veces el nombre se basta por sí solo. Es el caso de la María Teresa a la que está destinado El hombre deshabitado, de Rafael Alberti, o el Jacques de Las grandes amistades, de Raissa Maritain. El destinatario del poemario Fervor de Buenos Aires, de Borges, podemos ser todos: "A quien leyere: Si las páginas de este libro consienten algún verso feliz, perdóneme el lector la descortesía de haberlo usurpado yo, previamente. Nuestras nadas poco difieren; es trivial y fortuita la circunstancia de que seas tú el lector de estos ejercicios, y yo su redactor".
Babelia
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