Agresión contra la escolta y el vehículo del 'conseller' de Gobernación
El vehículo oficial en el que viajaba el conseller de Gobernación de la Generalitat, Maciá Alavedra, fue atacado ayer por un grupo de 200 vecinos de Sant Esteve Sesrovires -un pueblo de 1.400 habitantes en la provincia de Barcelona- que protestaban por el proyecto del Gobierno catalán de instalar en su término municipal un centro penitenciario. Uno de los policías de escolta del conseller fue derribado y pateado en el suelo por una multitud enfurecida.
Cuando los manifestantes, concentrados ante el Departamento de Justicia, en la calle de Pau Claris, reconocieron el vehículo de Alavedra lo rodearon al tiem" po que lo pateaban y lo golpea ban con sus puños. El policía de escolta, después de ser pateado fue rociado con pintura roja en la cara y parte del cuerpo y golpea do en la nariz, que le sangraba abundantemente. El vehículo de Alavedra logró abrirse paso y se alejó del lugar a toda velocidad rociado de pintura y sin la escolta.El alcalde de Sant Esteve, el socialista Joan Galcerán, se encontraba entre los manifestantes aunque no participó en las agresiones. Quien sí participó fue el concejal de Convergéncia Democrática (partido en el Gobierno de la Generalitat), Joan Tobella, que pateó répetidas veces el coche oficial mientras insultaba al conseller, que actualmente es presidente en funciones de la Generalitat, ya que el presidente Jordi Pujol se encuentra en Bruselas.
La carrocería del coche quedó totalmente pintada con las frases de "No volem presó" (No queremos prisión). Algunas personas llegaron a saltar sobre el vehículo para patear el techo y el capó.
Antes de producirse estos hechos, el alcalde Galcerán había informado a los concentrados del resultado de su entrevista con el conseller de Justicia, Agustí Bassols, en la que éste le confirmó la voluntad del Gobierno catalán de situar en su municipio uno de los módulos penitenciarios destinados a descongestionar, primero, y sustituir, después, la vieja cárcel Modelo de Barcelona. Todo el pueblo de Sant Esteve mantuvo ayer una huelga general, votada por la mayoría del vecindario, para protestar contra esta decisión.
El Consistorio y los vecinos se oponen "rotundamente", en palabras del alcalde, a esta decisión del Departamento de Justicia. Los manifestantes se habían trasladado ayer a Barcelona en tres autocares para apoyar las negociaciones del alcalde. Permanecieron durante más de una hora coreando "No queremos prisión" y "Nosotros vivimos, nosotros decidimos" ante la sede del Departamento de Justicia. Tras la entrevista con Bassols, el alcalde afirmó: "Si nos colocan la cárcel en nuestro pueblo, se arrepentirán". Joan Tobella, portavoz de CDC, calificó la decisión de Bassols de "precipitada, desacertada y desgraciada". Se manifestó totalmente contrario a la construcción de la cárcel y dijo que "esto es una demostración de que en este país se sigue actuando por real decreto, como en los cuarenta años del franquismo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.