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El Patrimonio firmó ayer la venta de Mafriesa al grupo Páramo-Cotecsa, en contra de la opinión del PSOE gallego

La escritura de venta de la sociedad Mataderos Frigoríficos Españoles, SA (Mafriesa), propiedad de Rumasa, fue firmada ayer entre el Patrimonio del Estado y el grupo Páramo-Cotecsa. Todo parece indicar que la formalización de esta venta es un golpe de mano con el que el Patrimonio del Estado y el ministro de Economía y Hacienda han desbaratado un intento de amplios sectores del PSOE gallego para impedir el pase de Mafriesa a la familia Páramo y apoyar en su lugar su cesión a una agrupación de cooperativas agropecuarias gallegas.

El tema Mafriesa colea desde finales del pasado año. El Consejo de Ministros lo examinó por última vez el pasado 29 de mayo, sin que al parecer adoptara una decisión definitiva, como viene siendo preceptivo para formalizar cualquier operación reprivatizadora. Fuentes de la oficina del portavoz del Gobierno manifestaron ayer que la última enajenación aprobada por el Gabinete, referida a seis sociedades, entre las que no se encontraba Mafriesa, tuvo lugar el pasado 22 de mayo.Ante las noticias de que el tema sería visto de forma definitiva por el Consejo de Ministros a celebrar hoy, 5 de junio, sectores del PSOE, entre ellos un diputado socialista gallego, llegaron ayer a Madrid para aportar nueva documentación y tratar de impedir la adjudicación definitiva a Páramo-Cotecsa. Con resultado vano, porque el Patrimonio parece haberles ganado por la mano, y en una operación de hechos consumados ha dejado listo el asunto.

Cerca de 16 cooperativas agrarias gallegas habían confeccionado una oferta común por Mafriesa. Las condiciones estipuladas se referían a que el Patrimonio debería hacerse cargo del, pasivo a corto de la empresa, por importe de 3.200 millones de pesetas, además de aumentar el capital en 300 millones. Las cooperativas compraban la totalidad de las acciones al precio de una peseta por acción, se hacían cargo del pasivo a largo plazo, por importe de 650 millones de pesetas, y suscribían una ampliación de capital, a pagar en cuatro años, de 100 millones de pesetas. Además solicitaban un crédito a Rumasa de 300 millones de pesetas a pagar en cuatro años. En términos numéricos, ambas ofertas eran muy similares, asumiendo el dato de que la venta de Mafriesa le cuesta al Patrimonio cerca de 2.000 millones de pesetas a causa de la necesidad de sanearla.

El Patrimonio y el Ministerio de Economía han descartado siempre la oferta de las cooperativas aduciendo falta de respaldo financiero y, sobre todo, ausencia de capacidad de gestión para una empresa de la importacia de Mafriesa. La capacidad de gestión de la oferta Páramo-Cotecsa, por el contrario, parece comprobada. La familia Páramo fue la principal accionista, en su día, del Banco del Noroeste y de su grupo de empresas, una de las cuales fue Mafriesa, hasta su paso al holding de la abeja. La familia ha participado también en la gestión de Mataderos e Industrias de Galicia, SA, Frigsa, que debió ser rescatada por el INI de su penosa situación financiera.

Fuentes socialistas han manifestado que la adjudicación de Mafriesa ha sido motivo de un fuerte enfrentamiento entre el ministro de Agricultura, Carlos Romero, y el de Economía y Hacienda, Miguel Boyer. Al final se han impuesto las tesis del superministro, unas tesis que "suponen un golpe histórico para el PSóE en Galicia y para el agro gallego". Tres diputados socialistas, Pablo Pardo (de Lugo), José Vázquez (Pontevedra) e Isidoro Gracia (Pontevedra), han tratado de defender la suerte de los cooperativistas gallegos. Esfuerzo inútil: el superministro parece haber ganado de nuevo.

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