La mujer torturada en la masía de Barcelona reconoce en fotografía a dos de sus agresores

Rafael González Vargas y su sobrino Manuel González Gonzádez, dos de los cinco detenidos por la policía en relación con el asalto a la masía Can Farnés, de Lliçà de Vall, han sido identificados fotográficamente por una de las víctimas, Pilar Iglesias, como las personas que la torturaron y maltrataron. Enric Aleu, el pastor que también resultó lesionado en el asalto, también identificó a los atracadores. La policía, que llevó a cabo esta detención la madrugada del jueves, confirmó ayer la desaparición de un tercer sospechoso y destacó la posible relación entre la víctima y el clan al que pertenecían los asaltantes.

Rafael González, de 36 años, natural de Piedrabuena (Ciudad Real) y Manuel González, de 25 años, natural de Ciudad Real no tienen antecedentes policíales. Las otras tres personas, pertencientes al mismo clan, fueron detenidos bajo la acusación de resistencia a la autoridad.Cuando la policía pretendió llevarse a Rafael González, y Manuel González, tres de sus familiares se opusieron violentamente, por lo que quedaron detenidos, según fuentes oficiales. El juez instructor del caso, el titular del juzgado número 1 de Granollers se enteró de estas detenciones a través de la Prensa.

Fuentes policiales aseguraron ayer que no se habían informado a la autoridad judicial por cuanto aún no se tenía la certeza de que los detenidos fueran los culpables del allanamiento de la masía y de la tortura de sus tres moradores, el propietario, Francisco Sánchez Bene; su compañera, Pilar Iglesias; y el pastor, Enric Aleu.

Las detenciones se comunicaron inmediatamente a la Comandancia de la Guadia Civil de Manresa, responsable de las investigaciones emprendidas por la Guardia Civil de Mollet. Un brigada del destacamento de Mollet colaboraba ayer con los inspectores de la comisaria barcelonesa de Poblenou en el seguimiento de las investigaciones, según aseguró a este diario un alto mando policial.

Los dos sospechosos de las torturas infligidas a Francisco Sánchez y a Pilar Iglesias se encontraban ayer en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona. Ambos fueron reconocidos por Pilar Iglesias, cuando un inspector del Grupo Operativo de la comisaría de Poblenoti le mostró varias fotografías, entre las que se encontraban los detenidos. Hoy serán trasladados al juzgado de Granollers.

Segun la policía, "Pilar Iglesias comentó a los inspectores que la visitaron en el centro hospitalerio de Mollet, donde se halla ingresada, que no tendría inconveniente alguno en identificarles cara a cara".

La convicción de Pilar Iglesias en el momento de reconocer a sus agresores ha permitido a la policía saber que esta mujer había mantenido, hace algún tiempo, relaciones con un miembro del clan de los González, residentes en un barrio barcelonés.