Emilio Valerio, declara que un confidente policial sabía que Brouard iba a ser asesinado

El fiscal Emilio Valerio Martínez, relevado en la investigación del caso Brouard, ha declarado por escrito al Juzgado de Instrucción número 1 de Bilbao, que instruye ese sumario, que el confidente de la policía, cuya identidad se ha negado a facilitar, colabora, al parecer, con algún servicio policial o de inteligencia y presumiblemente tuvo conocimiento previo del asesinato de Santiago Brouard, ocurrido el 20 de noviembre de 1984 en Bilbao.

En la respuesta a las preguntas solicitadas por la acusación particular, que consta de 12 folios, el fiscal Emilio Valerio Martínez afirma que se avanzó con "rapidez y seguridad en la investigación hasta la segunda quincena de diciembre" -fechas en las que llegaron a Madrid las providencias a los ministerios de Defensa y de Interior-, y, "desgraciadamente, las gestiones policiales se vieron en aquel preciso momento fuertemente obstaculizadas".Respecto al freno que sufrieron estas gestiones policiales, el fiscal Emilio Valerio Martínez precisa: "Al parecer, alguna persona o personas pertenecientes a otros servicios de inteligencia o policiales, y presumiblemente vinculadas con el supuesto infiltrado, levantaron la liebre y espantaron la pista a la Brigada de Información de Bilbao".

El fiscal relevado del caso e viene a ratificar en sus declaraciones al juez, a las que ha tenido acceso este periódico, sus primeras manifestaciones a la cadena SER de Bilbao, en las que afirmó que el asesinato de Santiago Brouard se podía haber evitado y que determinadas personas o instituciones podían tener conocimiento previo del mismo. El infiltrado a que hace mención el fiscal Valerio es un confidente de la policía que, al parecer, tuvo noticias de que en una reunión de ultras en Madrid, antes del asesinato, se había comentado este atentado.

El fiscal Emilio Valerio Martínez se negó a facilitar la identidad del mencionado confidente de la policía aduciendo que "hay cuestiones y datos concretos que no juzgo indicado responder, como la identidad del supuesto confidente, porque podría comprometer las investigaciones".

El fiscal de Bilbao precisa que 15 días después del asesinato de Santiago Brouard se tuvo la primera pista segura, tanto en orden a los asesinos como a los inductores del hecho. "La fuente directa del comisario Antonio Rosinos, jefe de la Brigada de Información de Bilbao, el denominado confidente, pertenece, al parecer, a algún otro servicio policial o de inteligencia". Al decir el fiscal Valerio que pertenece a algún otro servicio,, parece suponerse que ya de hecho le vincula o relaciona con los servicios policiales de Bilbao. Valerio Martínez añade que el mencionado confidente, presumiblemente tuvo conocimiento previo del atentado.Avances hasta diciembreEl fiscal relevado del caso Brouard añade que "se avanzó con rapidez y seguridad en la investigación hasta la segunda quincena de diciembre", fechas en las que llegaron a Madrid las providencias solicitando información sobre el caso a los ministerios de Interior y de Defensa, y "se estaba cerca de los primeros datos concretos aportables al sumario. Desgraciadamente, las gestiones policiales se vieron en aquel preciso momento fuertemente obstaculizadas".

Las conexiones entre este último hecho desafortunado, añade, y la presencia en el asesinato del denominado infiltrado "parece aludir a alguna cierta trama negra localizada en un servicio policial o de inteligencia". El fiscal Valerio precisa que este suceso "afectó profundamente a la investigación, hasta el punto de que cuando abandoné el caso estaba profundamente colapsada".

El fiscal Valerio finaliza su declaración escrita diciendo que a largo plazo puede resolverse el caso. El fiscal Emilio Valerio no contestó a ninguna de las preguntas que aludían a las presiones personales y miedo físico que dijo soportar durante el tiempo en que dirigió las investigaciones del caso Brouard.

Por otra parte, el comisario encargado del caso, Antonio Rosinos, todavía no ha enviado su informe al juzgado, que le fue solicitado por el magistrado Arturo González Yagüe, sobre el estado actual de las investigaciones.