Francia y la RFA coordinarán su postura hacia el rearme espacial

Los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de Francia y de la República Federal de Alemania celebrarán próximamente una minicumbre para analizar conjuntamente cuestiones estratégicas, "a la luz de las negociaciones norteamericano-soviéticas de Ginebra y de la oferta para que Europa participe en la Iniciativa de Defensa Estratégica", conocida como la guerra de las galaxias.Este es el resultado más concreto de la visita a París del ministro de Asuntos Exteriores alemán occidental, Hans-Dietrich Genscher, destinada a minimizar las diferencias entre los dos países y a potenciar las privilegiadas relaciones entre París y Bonn. Genscher, que discutió de estos problemas con el presidente François Mitterrand, se entrevistó ayer con el primer ministro francés, Laurent Fabius, a fin de perfilar el Consejo Europeo previsto para el próximo mes de junio en Milán, en el que se propondrán iniciativas para la reforma de las instituciones de la Comunidad Económica Europea.

El ministro alemán occidental llegó a la capital francesa en un momento especialmente tenso cuando Mitterrand se quejaba amargamente del abandono en el que le dejó el canciller Helmut Kohl en la cumbre de países industrializados. Genscher se ha empleado a fondo, en numerosas entrevistas y declaraciones públicas para reiterar la voluntad de a RFA de conservar relaciones muy especiales con Francia.

Los puntos principales del conflicto eran la respuesta europea a la oferta estadounidense de participar en la iniciativa de defensa estratégica (SDI) y el futuro del plan Eureka, para la creación de una comunidad europea tecnológica. En el primer caso, Genscher ha aprovechado su estancia en París para matizar la postura de su país. No ha negado que la RFA esté dispuesta a acoger favorablemente la propuesta de Washington, pero ha insistido en que es muy pronto para tomar decisiones definitivas En cuanto al plan Eureka, se ha apresurado a ofrecerle todo su apoyo. La tesis de la RFA es que, se participe o no en la guerra de las galaxias, hay que evitar "el naufragio tecnológico de Europa".

Genscher teme los problemas que planteará la SDI en un sector de la opinión pública alemana occidental y defiende en su propio Gobierno la importancia de que Francia no quede aislada.