El agente acusado de sustraer documentos sufre "depresión profunda"
El inspector Juan José Medina -ex miembro de la Brigada de Interior procesado y privado de libertad desde hace año y medio por considerarle autor de la sustracción de informes policiales de la unidad- sufre una "depresión profunda con síntomas de paranoia", según el informe médico realizado tras el reconocimiento a que ha sido sometido el policía estos días pasados.De acuerdo con fuentes próximas a la defensa del inspector, encomendada al abogado Juan Lozano Villaplana, el policía se encontraba en mal estado, con taquicardias y síntomas de una fuerte ansiedad, por lo que pidió asistencia médica. Los mandos policiales pusieron a disposición a un médico de la Dirección General de la Policía, pero Medina rechazó a este doctor y, por el contrario, solicitó ser asistido por un médico forense. Las autoridades judiciales accedieron a esta petición, y Medina fue reconocido por el médico forense del Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid.
Medina, por otra parte, ha sido autorizado por los jueces para disfrutar de un corto permiso para poder asistir en Hinojosa de Calatrava (Ciudad Real) a la ceremonia de la primera comunión de un hijo suyo.
Fue al inspector Medina al que se refirió anteayer en el Congreso de los Diputados el ministro del Interior, José Barrionuevo, cuando señaló que los funcionarios que se habían llevado documentos confidenciales de la Brigada de Interior habían sido sancionados por el departamento.
En octubre de 1983, la Prensa difundió la noticia de que, coindiciendo con el triunfo electoral del PSOE un año antes, habían desaparecido de la citada unidad policial miles de informes. Cuando se produjeron estos hechos, la brigada estaba mandada por Sebastián Fernández Dopico, hermano del que fue director general de la Policía, y uno de los inspectores que se llevó unos 2.000 informes fue José Luis Rodríguez Zarco, quien los devolvió voluntariamente en otoño de: 1983.
Carcelero del compañero
Rodríguez Zarco, contra quien inicialmente se abrió un expediente judicial, dijo entonces que todo lo había hecho por cumplir sugerencias de Fernández Dopico, también acusado en principio por estas irregularidades. El caso contra ambos fue sobreseído finalmente, pero no lo fue otro abierto posteriormente contra Medina, quien todavía espera juicio por este motivo y también por otra causa en la que figura como procesado, acusado de participar en un fraude contra el Estado en relación con la Rumasa sumergida.Medina se encuentra recluido desde hace año y medio en la comisaría madrileña de Entrevías, cuyo jefe es, precisamente, Sebastián Fernández Dopico.
A raíz de sus procesamientos, el domicilio de Medina en Hinojosa de Calatrava fue registrado y en el mismo se encontró, entre otros según consta en el sumario 71/ 1983 del Juzgado de Instrucción número 20 de Madrid-, un informe policíal sobre actividades internas del PCE, con unas anotaciones hechas a mano.
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