José Barrionuevo se quedó solo en la interpelación sobre espionaje a los partidos

José Barrionuevo Peña, ministro del Interior, ofreció ayer por tres veces consecutivas su palabra de honor para asegurar que no había ordenado investigación alguna a la Comisaría General de Información sobre partidos políticos. El ministro -que reprochó al presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, el que sólo aportara datos publicados en la Prensa respecto a la supuesta investigación policial de que fue objeto su partido- no consiguió en ninguna de sus intervenciones ni el más breve aplauso de los grupos de la Cámara, incluido el socialista.

Manuel Fraga presentó ayer en el Congreso una interpelación al Gobierno sobre el presunto espionaje a partidos políticos, al igual que el diputado comunista Fernando Pérez Royo. Una vez terminada la intervención del ministro del Interior, se hizo un notable silencio en la Cámara, algo desacostumbrado en los bancos socialistas, desde donde habitualmente se aplaude con fervor tras la intervención de un miembro del Gobierno.Barrionuevo calificó de "escándalo artificial" y de "montaje" las acusaciones sobre el espionaje policial a AP y negó que existiera responsabilidad política alguna. El debate, que originó otra interpelación al Gobierno del diputado comunista Fernando Pérez Royo sobre la ley de Policía -que aún no se ha remitido a las Cortes-, se convirtió en una encendida defensa por parte de Barrionuevo del comisario general de Información, Jesús Martínez Torres, que ha sido acusado repetidamente de malos tratos y torturas en la época franquista.

Por su parte, Felipe González, afirmó anoche, tras el debate en el Congreso, que en estos momentos "existe el riesgo de una desmoralización de las instituciones del Estado que no toleraré". González añadió que tiene "preocupaciones bastante más serias que el debate de hoy, como la ofensiva terrorista", y afirmó que "mi deber moral como presidente del Gobierno es alentar a las fuerzas de seguridad del Estado".

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