El ministro atribuye a "funcionarios desleales" la investigación policial sobre los partidos

CARLOS YÁRNOZ, Los policías de la Brigada de Interior que han realizado investigaciones irregulares a diversos partidos políticos son "funcionarios desleales", según dijo el ministro del Interior, José Barrionuevo, en el curso de unos comentarios hechos en los pasillos del Congreso de los Diputados al término de su intervención de ayer. El ministro, sin embargo, admitió como algo "absolutamente normal" que en los archivos de esa unidad policial exista abundante documentación sobre programas, discursos o libros editados sobre congresos de organizaciones políticas. "También de la mía" (PSOE), precisó Barrionuevo.

Al margen de las repetidas descalificaciones hechas por Barrionuevo y por el propio presidente del Gobierno sobre las informaciones aparecidas estos días en los medios de comunicación, para los diputados Jorge Verstrynge, conservador, y Fernando Pérez Royo, comunista, es ya suficiente el reconocimiento del ministro como para pedir que una comisión parlamentaria acceda a los archivos de la brigada de Interior para conocer el alcance de la documentación política almacenada en una unidad policial. Ambos parlamentarios se preguntaban ayer cuál era el límite que se ponían los propios funcionarios de la brigada a la hora de espiar a los partidos, cuando los mismos responsables del ministerio entendían como algo normal que se practicara ya un determinado nivel de investigación en las organizaciones políticas.Cabe recordar, por ejemplo, que muchos de los informes cuyo contenido ha sido comentado estos días por algunos funcionarios de la misma brigada incluían detalles de la vida privada de dirigentes políticos. Fue al referirse a esta clase de informes cuando el ministro comentó que sus autores son "funcionarios desleales", extremo que no precisó más a lo largo del debate. Durante la sesión, la oposición no pudo demostrar la existencia de este tipo de informes, mientras el ministro se encerró en repetir que todo era un "montaje", basado en noticias ciertas "aunque malintencionadas". Sin embargo, el presidente de AP, Manuel Fraga, sí aportó algunos datos valiosos.

Relató, por ejemplo, que AP expulsó del partido al empleado Antonio González porque éste pasaba información, en mano y por teléfono, al funcionario de la brigada de Interior Ángel de Miguel Bartolomé. Y que otros dos empleados del partido, llamados Julio Cebrián y Carlos Jiménez Martínez, suministraban documentos del partido a otro policía de la brigada apellidado San Mamed.

Barrionuevo insistió en numerosas ocasiones en que ni él ni ningún responsable de su departamento habían dado nunca órdenes para que se realizaran esas prácticas investigadoras.

La primera intervención de Fraga desveló una conversación telefónica mantenida por Barrionuevo el pasado día 11 con dos dirigentes de AP, a quienes el ministro comentó, según Fraga, que gran parte de la responsabilidad del escándalo difundido estos días recaía sobre el anterior jefe de la brigada, Mariano Baniandrés, quien mandó la unidad desde finales de 1982 a julio de 1983.