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El Papa defiende el compromiso político, social y económico de la Iglesia a través de los laicos

Andrés Ortega

"Cuando la Iglesia se vincula a los poderosos, los pequeños no encuentran en ella su lugar" le dijo ayer en Bruselas al papa Juan Pablo II Jeannine Wijnants, presidenta del Movimiento Obrero Cristiano (MOC) belga. Sin embargo, en estos monodiálogos Karol Wojtyla no contesta directamente. En sus dicursos de ayer y de días anteriores proclamó la penetración de la Iglesia, a través de los laicos cristianos, en el tejido político, social y económico de la sociedad.

En la iglesia de Laeken (Bruselas) Juan Pablo II recibió ayer a unos 800 representantes de movimientos sociales cristianos en Bélgica. Jeannine Wijnants, en textos preparados de antemano, le dijo al Papa que "no esperamos de la Iglesia que nos dicte los medios y las estrategias que a nosotros, laicos adultos, nos compete encontrar con plena autonomía y toda responsabilidad".El Papa, en su respuesta y en su línea constante de no mezclar el sacerdocio con el apostolado laico, se apoyó en la figura del cardenal Joseph Cardijn, fundador de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), y enterrado en Laeken, que "se mantuvo como un auténtico sacerdote". Juan Pablo II criticó las "ideologías materialistas y ateas" y pidió que se mire al mundo con "la mirada del Padre celestial". Y luego lanzó sus cuatro célebres noes de Juan Pablo II: no al escándalo del paro, no a los totalitarismos, no al racismo y la xenofobia, y no a las soluciones de la crisis que aumenten las desigualdades. Y pidió justicia y solidaridad.

La temática social desarrollada por Juan Pablo II es clara: el apostolado católico laico tiene que regenerar el tejido social. De ahí que en Luxemburgo, en días anteriores, se refiriera a la banca, la informática y los medios de comunicación.

Y ayer por la tarde, en Lieja, hablando para laicos católicos que trabajan para la Iglesia (12.000 invitados), envió un saludo a "los laicos cristianos que actúan en el terreno político y social, a título individual o en grupo". "Lleváis en el corazón", prosiguió, "la preocupación del hombre según su verdad social, es decir creada a la imagen de Dios, y llamado a convertirse en su hijo. La sociedad, la Iglesia os agradecen todo lo que hacéis con este fin". Estas teorías, según algunos vaticanólogos, están en la línea proclamada por el Opus De¡.

Y respecto a la "verdad", el Papa proclamó una forma de inmovilismo al afirmar contundentemente en su homilía de la mañana, ante más de 100.000 personas (pero menos de las 200.000 que esperaban los organizadores), delante de la basílica de Koekelberg (Bruselas), que a la Iglesia "no le está permitido bajo ninguna condición cambiar esta verdad (la de los evangelios) por cualquier otra, confundirla con cualquier otra, aunque humanamente, incluso, parezca más verosímil, más sugestiva, más adaptada a la mentalidad del día".

A esta misa asistieron los reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola, y tres de sus sobrinos, además de buen número de miembros del Gobierno, a título personal, ya que no había obligación oficial de asistir.

En Lieja, también con un texto preparado, Anne-Marie Gilson, responsable de la Acción Católica Rural Femenina, le señaló claramente al Papa que "el fasto que acompaña a sus desplazamientos no me gusta", para luego seguir con que "hombres y mujeres aceptan labores pastorales pero se niegan a ser laicos clericalizados, desvinculados de las responsabilidades propias en la sociedad humana". Luego comentó, entre otros temas, que "no es fácil vivir situaciones de divorciados o separados frente a un entorno tradicional", o que la mayoría de las mujeres, "aceptan y reconocen su papel de procreadoras y educadoras, pero quieren más, Santo Padre".

Al anochecer, en el estadio Fallon, de Bruselas, Karol Wojtyla recibió a la comunidad polaca de Holanda, Luxemburgo y Bélgica. El Papa hablé de la nación polaca, que salió reforzada de la guerra mundial "en la convicción de su propia dignidad, en su derecho a la vida en cuanto dueña de su patria, a la libertad plena, a la autodeterminación, a la autogestión, a la fidelidad a Cristo.... Es justamente este contenido el que expresa la palabra Solidaridad".

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