Vestirse en andalucía
Las materias primas y la creación están aquí, pero la ropa hay que comprarla fuera
CARLOS FUNCIA, El mundo de la moda en Andalucía es un viaje de ida y vuelta. Cuando los comerciantes andaluces viajan a Barcelona o a París a la búsqueda de nuevas colecciones, es un interés puramente mercantil el que les mueve. En cambio a los fabricantes les obliga la necesidad porque, a pesar de hallarse ubicadas en Andalucía dos importantes fábricas textiles (Hytasa e Intelhorce), que tuvieron una época de boyante economía y ahora están incautadas y con cuentas negativas, la materia prima no es buena, hay que viajar para comprarla. De otra parte, entre las pocas personas que se mueven en el mundillo de la creación de moda, existe el "síndrome gallego" por el que el éxito de los diseñadores de aquella comunidad autónoma se atribuye directamente a las ayudas oficiales a la creación y a la producción que allí reciben.
La quietud de la creación en Andalucía tiene su origen, por otro lado, en el propio desconocimiento de las posibilidades reales de su industria. El mercado, amplio pero con menos poder adquisitivo que en otras regiones, está invadido por colecciones en las que prima la ropa de fuera, y aquí se acusa más la "temporada de retraso" con que suelen vestir los españoles.
No obstante, los creadores y comerciantes empiezan a moverse y azuzan la iniciativa pública. En este momento, las ayudas institucionales a la moda consisten en becas y subvenciones a través de las empresas públicas. El Instituto de Promoción Industrial de Andalucía (IPIA) concede becas al diseño y apoyo directo a la coo perativa de fabricación Málaga-5; la Sociedad para la Reconversión y Promoción Industrial (SOPREA), subvenciones para la constitución de dos empresas tex tiles por valor de 90 millones. El director de SOPREA, Ignacio López del Hierro, tiene el conven cimiento de que "la moda genera industria", y que la dinamización del sector debe partir de la ayuda al diseño. Entre sus prioridades, figura la creación de una escuela para futuros diseñadores.
Esta disciplina se encuentra ahora en manos privadas. En Sevilla existen dos escuelas, la muy reciente 'Goymar', con implantación en otras capitales españolas, y 'Diseño y Moda', más veterana. Albergan a unos 200 alumnos e imparten materias como patronista, estilista, dibujo, historia del arte, alta costura, diseño industrial, complementos, maniquíes, y suelen apoyar la enseñanza con seminarios de peluquería o fotografía. Los cursos suelen durar entre 2 y 3 años, tras los que se les entrega un diploma. Alumnos y alumnas de los cursos superiores, ya colaboran con empresas de confección andaluzas.
La confección, sin embargo, está muy extendida y tiene en la
Vestirse en Andalucía
provincia de Málaga el mayor índice de producción. En 1984 había 89 empresas dedicadas a la confección, a la fabricación de géneros de punto y al acabado. Los empleos en esa fecha son 3.300, pero sólo 12 empresas acogen a 2.650, lo que deja claro que la mayoría son pequeñas empresas de menos de 10 trabajadores.El mercado nacional es el principal destinatario de la confección malagueña, aunque en 1983 la exportación alcanzó la cifra de 800 millones de pesetas, algo más del 4% del total nacional. No obstante, según cálculos del sector, un 50% de la confección se produce mediante economía "sumergida", en casas particulares, porque las prendas quedan mejor terminadas, a juicio de los diseñadores.
Cremalleras y botones
Los nombres propios de creadores andaluces son escasos y nadan entre dos aguas, como reclamando atención. Desde 1978 se conoce la sensibilidad de las hermanas Rosa y Marisa Martín, creadoras de la marca 'Missey', para el diseño propio de telas estampadas y combinación de colores, llegando incluso a detalles como cremalleras y botones. Realizan alta costura a medida y, en general, faldas, camisas y conjuntos enteros. Se trata de ropa femenida en producciones pequeñas, pero bien acabadas.
Respecto a la moda "pret-a-porter", José Víctor y José Luis Medina crearon la marca "Victorio y Lucchino", que tras iniciarse en Málaga y Marbella, ya recibe encargos de ciudades norteamericanas como Texas y Dallas. Disponen de su propio taller en el que trabajan 20 personas. Bajo el epígrafe de "la moda es un hijo", realizan modelos que se puedan transformar y que aceptan muchos complementos.
La moda de vanguardia está representada por el "Creativo Fridor". Aunque realizan diseño gráfico, industrial, complementos y escaparatismo, se les conoce como diseñadores de moda, y está integrado por Andrés y Manuel Martín Nieto y Carmen de Giles Pabón, quién piensa que "bien vestido, te ocurren el doble de cosa?.
Realizan diseño de vestuario para los grupos teatrales "La Jácara", "La Cuadra" y "La Parra". El trabajo del grupo se caracteriza por la investigación, el intento de romper el patrón base, la búsqueda de volúmenes "con base en la ley de la gravedad", más pendientes del resultado final que del detalle.
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