Tensión y ausencia de incidentes en el funeral del policía muerto en Basauri
"ETA, déjanos en paz" es el texto que podía leerse ayer en los numerosos carteles, sin firma, que habían sido colocados en la localidad vizcaína de Basauri. El ministro del Interior, José Barrionuevo, presidió el funeral, que se celebró sin incidentes, en memoria del cabo de la Policía Nacional asesinado la víspera en un atentado, en el que también resultaron heridos otros nueve agentes, tres de los cuales continuaban ayer en estado grave. Barrionuevo explicó más tarde que confiaba "contrarrestar la nueva escalada de ETA".
El ministro Barrionuevo, que mantuvo una reunión de trabajo en la sede del Gobierno Civil de Vizcaya con responsables de su ministerio y mandos de los cuerpos de seguridad, expresó su confianza en que "una política de firmeza por parte de su departamento sea capaz de contrarrestar la nueva escalada de ETA que parece apuntarse y que está basada en la utilización de ,coches bomba, método operativo que entraña menor riesgo para los ejecutores materiales de las acciones y un mayor riesgo para la población en general".El funeral en memoria del cabo Luis Navarro Izquierdo, se celebró en la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, donde sendas unidades de la Guardia Civil y de la Compañía de la Reserva General de la Policía Nacional, a la que pertenecía la víctima, rindieron honores a la llegada del féretro.
El momento más emotivo se produjo cuando, al finalizar el acto religioso, abandonaba el templo la viuda del policía asesinado, embarazada de un mes. Varios compañeros de Luis Navarro, formados ante el féretro, que fue cubierto por una bandera nacional, sumaron sus sollozos a los de la joven viuda, rompiendo el silencio que caracterizó el acto.
Muchas autoridades
Junto a Barrionuevo y el padre y un hermano del policía asesinado se situaron el consejero vasco de Interior, Luis María Retolaza, y el diputado general de Vizcaya, José María Makua. También estaban presentes el delegado del Gobierno, Ramón Jáuregui; el director general de la Seguridad del Estado, Julián San Cristóbal y el director de la Policía, Rafael del Río; mandos de las fuerzas de seguridad y de la policía autonómica vasca, así como representantes de partidos políticos.El templo, de pequeñas dimensiones, estaba lleno, pero no abarrotado, siendo más numerosas las personas que aguardaban fuera del recinto la salida del féretro. El tenaz silencio -apenas interrumpido por un conato de aplausos, no seguido por los congregados, cuando fue colocada la bandera nacional sobre el ataúd-, y que contribuía a hacer más dramáticos los sollozos de la viuda del cabo Luis Navarro, se mantuvo mientras la banda del Gobierno Militar de Burgos interpretó el himno nacional y una marcha fúnebre. Los presentes corearon a continuación los vítores a España, al pueblo vasco, la Constitución, el Rey y la Policía Nacional lanzados por el ministro del Interior.
El ministro del Interior, seguido por la comitiva oficial y numerosas personas particulares, se dirigió acto seguido, atravesando las calles de la población, al lugar donde se produjo el atentado de la víspera, en el que depositó un ramo de flores.
Los heridos
Barrionuevo visitó posteriormente a los cuatro heridos en el atentado del jueves, que seguían internados en el hospital de Basurto. Se trata de los policías Agustín Sánchez, que está en peligro de perder totalmente la visión, Bernabé Andrés González, Gaspar García y Francisco José Pacheco.Agustín Sánchez, que sufre herida craneoencefálica y estallido del globo ocular izquierdo, estaba pendiente de un examen del otro ojo, cuyo nervio óptico quedó también seriamente dañado, persistiendo el peligro de pérdida total de la visión. Bernabé Andrés González, que sufrió traumatismo craneoencefálico con parálisis facial derecha y amnesia total, continuaba ayer en estado grave, si bien, según el último parte, se le considera fuera de peligro. Gaspar García, que sufrió también traumatismo craneoencefálico y conmoción cerebral, es el tercer herido cuyo pronóstico sigue siendo de gravedad. El otro hospitalizado, Francisco José Pacheco, se recupera favorablemente.
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