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El comité ejecutivo de la Unesco se niega a estudiar un informe de EE UU contra M'Bow

Soledad Gallego-Díaz

Los países críticos con la actual gestión de la Unesco no han conseguido que el comité ejecutivo de la organización, reunido en París, estudie un informe elaborado por un grupo del Congreso norteamericano en el que se censura duramente la gestión del secretarjo general, el senegalés Amadou M'Bow. La propuesta fue rechazada conjuntamente por los países del Tercer Mundo y de la Europa del Este.El comité ejecutivo, que proseguirá sus trabajos hasta el mes de junio, debe preparar los presupuestos para el bienio 1986-1987 (reducidos en 43 millones de dólares, unos 7.525 millones de pesetas, debido a la retirada de Estados Unidos) y establecer unas normas de austeridad que sean capaces de convencer a otros países, como el Reino Unido, que ha anunciado que abandonará la Unesco a finales de este año.

El inicio de los debates no ha sido, sin embargo, prometedor. Algunos países occidentales querían que figurara en el orden del día'e1 informe Mejoras necesarias en los aspectos financiero, presupuestario, de gestión y de funcionariado, preparado por un comité de investigación de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. El delegado de la India se negó a ello alegando que se trata de "un trabajo de uso interno realizado por un país que ya no es miembro de la organización". Su postura fue apoyada por la mayoría de los 51 países del comité ejecutivo.

El presidente de la reunión, Patrick Seddho, de Ghana, explicó que el informe no sería discutido ni usado como documento de trabajo. El fracaso de la iniciativa occidental enturbió el clima de los primeros debates. Algunos diplomáticos europeos acusaron veladamente a M'Bow de haberse negado a traducir el informe norteamericano a las lenguas oficiales de la organización.

La Unesco fue creada en 1945, en el seno de la ONU, para promover la extensión de la educación y los intercambios culturales y científicos, pero desde hace algo más de un año está sumida en una profunda crisis porque algunos países creen que se ha politizado en exceso, en beneficio del Tercer Mundo y del bloque del Este.

La reunión del comité ejecutivo se presenta como la última ocasión para lograr un acuerdo que impida la destrucción de la Unesco. "Todavía es posible parar la crisis", explicó un diplomático occidental, "si el comité incorpora en la práctica algunas de las críticas que están contenidas en el informe norteamericano". Las primeras escaramuzas indican, sin embargo, que la desconfianza entre los países del Tercer Mundo y los industrializados sigue profundizándose.

Los trabajos de esta reunión serán sometidos a la 23ª conferencia general de la Unesco, prevista para octubre en Sofia (Bulgaria).

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