Ortega defendió al presidente español ante los gritos en contra de los manifestantes
El presidente de Nicaragua, comandante Daniel Ortega, se sintió obligado ayer a salir en defensa del presidente del Gobierno español, Felipe González, ante los gritos en contra pronunciados por varios miles de personas que se habían concentrado ante la sede de la Embajada nicaragüense para mostrar su apoyo a la revolución sandinista.El comandante Ortega fue recibido calurosamente en la sede de la representación diplomática -en la calle de Segre- por parte de los congregados y con gritos de apoyo a Nicaragua. Fue necesaria la formación de un pasillo a lo largo de la calle que fue cortada al tráfico- para que el comandante Ortega, acompañado de su mujer pudiera llegar, aún con dificultades, hasta el edificio de la embajada. En el recorrido a pie fue obsequiado por un ramo de claveles rojos.
El presidente nicaragüense, que permaneció en la sede de la embajada alrededor de tres cuartos de hora, pronunció, entre aclamaciones, unas palabras de salutación y agradecimiento al pueblo español y a las personas allí congregadas. "Tenernos la convicción", afirmó el comandante Ortega, de que esta solidaridad del pueblo de España viene a sumarse a la solidaridad de los pueblos del mundo y del pueblo norteamericano, para que el Gobierno de Estados Unidos cambie de actitud y podamos alcanzar la paz en Nicaragua".
Momentos después de que el comandante Ortega terminara su discurso de salutación y ante los gritos del público asistente en contra de Felipe González, Felipe, aprende, Ortega no se vende, el presidente nicaragüense, ya dentro de la sede nicaragüense, se sintió obligado a salir de nuevo para mostrar su apoyo y defensa del presidente español. "Debo decirles", dijo Ortega, "que el Gobierno de España y el presidente del Gobierno siempre han tenido una actitud consencuentemente solidaria con Nicaragua y esto se agradece". Los gritos de No te fies, No te fies, que fueron pronunciados por los asistentes, dejaron un tanto sorprendido a Daniel Ortega quien, a duras penas y gracias al volumen más sonoro de su micrófono, pudo finalizar afirmando por tres veces: "No puede haber solidaridad sin unidad".
La concentración había sido convocada por partidos y sindicatos de izquierda, y organizaciones pacifistas y vecinales. Por la mañana, un centenar de personas se había congregado a la salida del pabellón de Estado del aeropuerto de Barajas para dar la bienvenida al comandante Daniel Ortega.
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