Felipe González asegura que no tiene intención de hacer de mediador entre Estados Unidos y Nicaragua
El presidente del Gobierno, Felipe González, negó ayer que fuera a actuar de intermediario entre los Gobiernos de Washington y Managua en el conflicto que los separa. Asimismo admitió que existen diferencias entre los puntos de vista norteamericano y español sobre Nicaragua, puestos de manifiesto en la visita efectuada por el presidente Ronald Reagan. González, en unas extensas declaraciones en los pasillos del Congreso, aseguró que la visita del primer mandatario norteamericano ha sido muy útil, "por lo clarificadora", para los intereses españoles. También explicó la política de su Gobierno sobre las pensiones.
El jefe del Ejecutivo español afirmó, con el ruego de que no se grabaran sus palabras pero sin pedir confidencialidad, que Ronald Reagan le aseguró que Estados Unidos no intervendrá en Centroamérica. En este apartado, González, parafraseando al propio Reagan, afirmó que el bloqueo económico decretado por Estados Unidos contra Nicaragua "no es irreversible". "Reagan apoya a Contadora, pero no a Manzanillo", dijo el presidente.Se recordó a Felipe González que el dirigente conservador, Manuel Fraga, estimaba que esta visita se había desaprovechado. "Para el señor Fraga, la visita está desaprovechada siempre que no se adopten unas posiciones en las que yo nunca estaré, ni ante Reagan ni ante nadie: en posición de firmes", afirmó el presidente.
"La visita de Reagan ha sido importante para los intereses españoles y sumamente clarificadora", afirmó Felipe González Criticó el presidente del Gobierno las interpretaciones -"extraordinariamente incorrectas"que de la visita se han hecho: "Antes, durante y después de la visita la he contemplado sin complejos, mientras que he visto en otros reacciones sumamente acomplejadas".
No pudo eludir el presidente del Gobierno pronunciarse sobre las reacciones contrarias que se han producido a la estancia de Reagan en España. Tras afirmar que existe un deber de cortesía irrefutable con los visitantes extranjeros, González dejó claro que quienes se han manifestado tienen todo el derecho, siempre que la protesta transcurra Po cauces razonables. La "equivocación" en la que han caído quienes se han manifestado en contra cree González que se pondrá de manifiesto ante la visita que mañana realizará a Madrid el presi dente sandinista de Nicaragua, Daniel Ortega. "Después de estar aquí Reagan ahora verán que viene el comandante Ortega para ver qué ha pasado y le contaremos todo lo que le atañe", afirmó González.
El presidente aseguró que no sabe de dónde ha salido la idea de que va a actuar de mediador entre Nicaragua y Estados Unidos. "Quien habla de mediación es que la desea o se la inventa; yo no voy a ser mediador", afirmó, aunque precisó que "siempre que pueda ayudar a resolver un conflicto, estaré en esa tarea".
Disparidad de criterios
Con el presidente Reagan el mandatario español habló de Nicaragua y se puso de manifiesto la disparidad de criterios, según dijo ayer. "La cortesía obliga a decir que hay una diferencia de criterio sin maximalismos: efectivamente, existe esa diferencia. Estados Unidos parte de la base de que el proceso de alineamiento de Nicaragua con el Este es irreversible; si fuera así nosotros no nos sentiríamos solidarios, pero tampoco interferiríamos, pero lo cierto es que no creemos que eso sea así", explicó el presidente del Gobierno. González considera que si Estados Unidos está en esa idea resulta contradictorio el bloqueo económico al que somete a Nicaragua, dado que de esa forma obliga a los sandinistas a que busquen ayuda en otras áreas.
Felipe González, antes de pasar en sus declaraciones a otro capítulo de la actualidad, pidió a las cámaras de Televisión Española que filmaban el momento que se apartaran, porque iba a fumar. "No quiero dar mal ejemplo a los españoles", justificó el jefe del Gobierno.
Las pensiones
El presidente explicó que el Gobierno ha preferido abordar la reforma de las pensiones de la Seguridad Social enviando a las Cortes un proyecto de ley y no mediante un decreto-ley -que sería de automática aplicación, aunque luego debería ratificarlo el Congreso-, porque de esta manera todos los grupos parlamentarios deberán explicar sus posiciones al respecta. "El proyecto de ley tiene la enorme ventaja de que hay que decir las alternativas y no sólo criticarlo", afirmó.
"Algún día explicaré lo que daba la derecha a los pensionistas hace diez, ocho o cinco años, para que se vayan callando algunas voces demagógicas", afirmó el presidente. González añadió que se siente "enormemente orgulloso" del esfuerzo de su Gobierno por defender y proteger a los más débiles de la sociedad, y añadió que "nunca se ha subido tanto las pensiones como con nuestro Gobierno".
Sobre la actitud contraria de UGT, González dijo que un sindicato tiene que responder a lo que digan sus afiliados, mientras que el Gobierno debe cuidar los intereses de todos los españoles.
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