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RELIGIÓN

Manifestación de católicos progresistas en Holanda ante la visita del Papa

Andrés Ortega

Unos 10.000 católicos holandeses se reunieron ayer en el centro de La Haya para mostrar "la otra cara de la iglesia", tres días antes de la llegada del papa Juan Pablo II. La manifestación, organizada por la Plataforma de Iniciativa ante la visita del Papa (PIP), no era antipapista, sino que estaba dirigida a demostrar que existen otros católicos en Holanda además de los grupos tradicionalistas, que serán los únicos, por voluntad del cardenal primado de los Países Bajos, a los que recibirá Juan Pablo II. La iglesia holandesa, en buena parte rebelde frente a Juan Pablo II, está dividida ante esta visita.Juan Pablo II tendrá una tarea difícil en este viaje por Bélgica, Holanda y Luxemburgo, que comienza el sábado. Especialmente, en Holanda, país de mayoría protestante, pero donde un 40% de la población es católica. Gran parte de estos católicos no está de acuerdo en la actitud de Juan Pablo II respecto al control de natalidad (un 86%, según una reciente encuesta), el divorcio (80%) y el aborto (67%). También critican la postura de la Iglesia sobre el celibato de los sacerdotes, el no acceso de las mujeres al sacerdocio y la infalibilidad del Papa. Esta misma encuesta, realizada en marzo, demostró que sólo un 3% de los católicos holandeses se muestra realmente contento con la visita del Papa, y un 24% se opone a ella.

La manifestación de ayer se celebró en el espacio abierto de Malieveld, en La Haya, en donde se había instalado una serie de carpas circenses. En los debates participaron la teóloga feminista Katarina Haltes y el teólogo Edward Schillebeeckx.

En las librerías se venden historietas sobre la visita de Juan Pablo II en los cuales el Papa se emborracha. Los squatters, grupos que ocupan ilegalmente viviendas deshabitadas, han puesto en las ventanas carteles antipapistas, y la televisión holandesa se ha unido a esta corriente satírica ante la visita pontificia. La comunidad judía en Holanda se ha negado a ser recibida o a recibir a Juan Pablo Il. Y todo esto, en medio de un temor a un atentado contra la vida del Papa. Habrá 10.000 policías dedicados a velar por su seguridad.

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