El Gobierno rechaza firmar un acuerdo con Estados Unidos para controlar las reexportaciones tecnológicas
El Gobierno ha decidido que España no se Incorpore el Comité de Coordinación de Exportaciones (COCOM) -organismo para controlar las exportaciones a países del Este- ni se negocie con Washington un acuerdo para controlar reexportaciones tecnológicas procedentes de EE UU. La decisión fue adoptada el pasado abril, pero se conoció ayer tras ser expuesta en la 14ª reuniön del Consejo Hispano-norteamericano.
El Gobierno español se ha comprometido a elaborar en los dos próximos meses órdenes ministeriales para controlar el trasvase tecnológico de productos en cuya elaboración participen otros países. Cualquier país que supedite la exportación de alta tecnología a España a que determinados productos no sean reexportados tendrá asegurado el correspondiente control. Igualmente, si un país condiciona la implantación en España de determinadas tecnologías a que los productos fa-, bricados con esas tecnologías no sean reexportados a determinados países, la legislación española garantizará ese extremo.La fórmula ha sido calificada de "suficiente" por las autoridades norteamericanas, según informó un alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores. Inicialmente, EE UU pidió que España se incorporase al COCOM o firmara un acuerdo bilateral con Washington. Con la decisión española, el Gobierno de EE UU o las empresas de este país ya no pondrán inconvenientes al acceso de España a altas tecnologías.
Con esta fórmula, España conserva su autonomía para exportar al país que desee los productos fabricados en nuestro país con tecnología propia. En contra del deseo inicial estadounidense, el Gobierno no acepta listas negras de productos no exportables o de países a los que no se puede exportar alta tecnología. "Es una solución independiente y autónoma", ha dicho el alto cargo de Exteriores, quien reconoce que, si España se integre a todos los niveles en la OTAN, es probable que nuestro país tenga que ingresar en el COCOM.
Desequilibrio comercial
A la reunión del Consejo Hispano-norteamericano -órgano "responsable de supervisar la aplicación del Convenio de Amistad"-, asistieron, por parte española, 19 personas, entre ellas tres generales del Ejército del Aire. Por parte estadounidense, estuvieron 14 personas, entre las que figuraban el general Joseph P. Franklin, copresidente del comité político-militar. El acto, que se celebró en el Ministerio de Asuntos Exteriores, fue presidido por el ministro del departamento, Fernado Morán, y el secretario de Estado norteamericano, George Shultz.
En la reunión, Morán resumió los últimos trabajos de los cinco comités previstos en el convenio -asuntos político-militares administrativos, cooperación industrial en materia de defensa, económico, cooperación científica y asuntos educativos y culturales- y destacó que, ante el fuerte déficit que sufre España en su balanza comercial con EE UU, sea paralizado el expediente del Congreso norteamericano para impedir la exportación de calzado de cuero español, producto cuyas exportaciones a EE UU alcanzaron en 1984 los 275 millones de dólares (unos 44.000 millones de pesetas).
Morán señaló la necesidad de que EE UU haga cumplir a sus empresas los acuerdos para el comercio del acero, cuyos problemas están causando pérdidas a España de unos 1.700 millones de pesetas anuales. También solicitó una ampliación de las cuotas de pesca concedidas a los barcos españoles en aguas norteamericanas, que han descendido de 21.000 toneladas en 1982 a 8.000 en 1984. El mayor desequilibrio comercial se registra en el área militar, con una relación de 67 a 1 en contra de España. Morán recordó que España pugna ahora por conseguir la venta a EE UU de morteros por valor de 17.000 millones de pesetas.
El ministro pidió que EE UU cumpla el compromiso de participar con 7,5 millones de dólares (1.135 millones de pesetas) en la construcción de un nuevo dique en la base de Rota (Cádiz) y que Washington colabore en el programa Combat Grande 3, de la red de alerta y control española.
En la reunión, quedó formalizado el acuerdo de que, en caso necesario, el transbordador espacial norteamericano pueda aterrizar en las bases de Morón (Sevilla), Zaragoza o Rota.
"Sólo de paso", según asistentes a la reunión, Morán recordó el deseo español de negociar en un futuro la reducción de la presencia militar estadounidense en España. El ministro y Shultz, quien destacó aspectos positivos de las relaciones bilaterales -como el mantenimiento de los F-15 en España o los 36 millones de dólares invertidos en investigación en programas mutuos-, se mostraron al término de la reunión -que duró 35 minutos- satisfechos por el funcionamiento de los comités y el desarrollo del Convenio.
En un comunicado final, ambas partes acuerdan que se fomenten reuniones del jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Ángel Liberal, con el presidente de la Junta de Jefes de EE UU, general John Vessey.
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