La esencialidad de Bruckner y los conciertos juveniles

El Coro Nacional, bajo la dirección de Sabas Calvillo, continúa ofreciéndonos programas tan interesantes como inhabituales. El último concierto de la Orquesta y Coros Nacionales de España, al que asistió la reina Sofia, reunió los nombres de Mendeissohn, Verdi y Bruckner. Si el autor de Otelo mantiene su sustancialidad teatral como naturaleza y no como desviación estilística, como comenta en unas excelentes notas Carlos José Costas, Mendels sohn y, todavía más, Bruckner aparecen en la música religiosa coral con rostros un tanto distintos a los de su creación sinfónica. Podrían unificarse en un par de conceptos: mayor hondura y más efectiva expresividad. Si no cultivar la obra vocal del compositor de la Italiana -ese maravilloso Ave María, predilecto de Juan XXIII- su pone gran carencia, no familiarizarse con el Bruckner coral y organístico es casi una traición, suavizada por cierta asiduidad del Te Deum y alguna Misa Porque la última verdad del músico de Linz está en estas páginas corales, mientras en las sinfonías reside su gran esfuerzo, el estirón de un genio que quiere saltar "las bardas de su corral". Versiones modélicas las de Sabas Calvillo, especial mente tocadas de ese algo más deseado y deseable en las pie zas brucknerianas: Os Justi, Ave María, Antiphona, Locus iste, Vexilla regis, Virga Jesse y Christusfactus est.Bajo el signo de la juventud

Tres conciertos de jóvenes y para jóvenes se acumularon en las últimas 48 horas. En la serie de la universidad Autónoma que rige José Peris, los Deutsche Bach Solisten dieron su lección sobre Juan Sebastian Bach el miércoles 24. El Teatro Real registró un lleno y un clima de entusiasmo ante las versiones dadas por los músicos alemanes, dirigidos por Gernot Schmalfuss (solista en el Concierto para oboe y violín), de dos conciertos (BWV 1. 060 y 1. 064) y la Ofrenda musical, formidable llegado que, junto a El arte de la fuga y El clave bien atemperado, nos dejó Bach como explicación de las formas contrapuntísticas que cultivara.

En el mismo teatro Real, la tarde del jueves, Juventudes Musicales de España presentaron a los premiados en el concurso permanente de intérpretes, que alternaron en el programa con varios grupos extranjeros. Particularmente bueno, el Jess Trio Wien hizo un Schubert de alta categoría, y la violinista Elisabeth Kropfitsch, de 20 años, lucíó su gran virttiosismo en los Aires bohemios, de Sarasate. La finura de técnica y estilo de Susana Cermeño (arpista), la línea y Pelleza sonora del chelista Angel Luis Quintana (ya integrado en la Sinfónica de RTVE) o la afectividad sensitiva de la cordobesa Rosalía Pareja antecedieron a las intervenciones de la guitarrista Nuria Peña (Bach, Barrios, Turina) o la organista Pilar Cabrera, intérprete del Tríptico del Buen Pastor.