No hagas hoy lo que puedas dejar para mañana
El mercado inauguró la semana influido, sin duda, por el clima meteorológico, que habla con lengua de doble filo: el calor se trueca en frío y lluvias. En el parqué, el optimismo provocado por el anuncio del ministro Boyer respecto al nuevo rumbo económico ha dejado paso a una actitud más reflexiva. Parece como si los operadores hubieran leído al revés aquel refrán que alaba las virtudes de los impacientes.El retraso en la aprobación por el Consejo de Ministros de este paquete de medidas económicas, así como el aparente recorte final sobre los datos adelantados por el ministro de Economía y Hacienda en lo que se refiere a la disminución del impuesto sobre la renta de las personas físicas y de la tabla de retenciones no son ajenos a esta prudente actitud.
Ahora se esperan los resultados del índice de precios al consumo correspondiente al pasado mes de marzo como una señal que demuestre inequívocamente de dónde venimos y dónde vamos y, sobre todo, como diría Marx (Groucho), cuántos somos. En todo caso, si se cumplen las previsiones de Economía -un descenso respecto a marzo del año pasado, para situarse en torno al 0,5-, se podría reanimar a la bolsa a corto plazo.
Los analistas, sin embargo, han superado su pesimista actitud mantenida en la semana anterior y en estos momentos prefieren apostar por todos los elementos positivos que se presentan a nivel monetario y financiario, así como por las expectativas inmediatas de la economía española en su conjunto. En este sentido, parecen estar alejados de los operadores particulares, que, al seguir sin tener las cosas demasiado claras, aguardan datos más concretos para entrar a fondo en la bolsa.
Mientras tanto, este compás de espera parece tomar cuerpo, a pesar del leve repunte de 23 centésimas registrado ayer y que se debió fundamentalmente a un mejor comportamiento de los valores eléctricos. Este corro, según bastantes indicios, se benefició de los crecientes rumores sobre un posible e inmediato acuerdo en el manido e influyente tema de los intercambios de activos.
Tampoco se puede obviar ahora el comportamiento del sector de la construcción, que con los nuevos planes gubernamentales vuelve a retomar su papel tradicional de locomotora de la economía. Ayer este índice sectorial reflejó una mejoría de 16 centésimas, que no supone una hazaña apreciable, aunque indica claramente que los analistas no se olvidan de estos temas.
Conforme a estas previsiones, la construcción arrastrará poco a poco a otros sectores industriales y, finalmente, a la banca, un corro que se mantiene al pairo y sin dar muestras de desplegar las velas aprovechando vientos favorables. En la primera sesión de la semana, el saldo por caja para las siete mayores entidades se situó en 82.491 títulos a la compra y 7.302 a la venta, por lo que estos bancos cosecharon repeticiones por doquier.
Por otra parte, Fomento de Obras anunció una ampliación de capital por 500,2 millones de pesetas, en la proporción de una acción nueva por cada cinco antiguas, a la par. La operación se desarrollará del 1 al 31 de mayo.
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