El Beethoven verídico de Daniel Barenboim
Daniel Baremboim ofreció tres sonatas de Beethoven en un concierto extraordinario, dentro del ciclo Año Europeo de la Música, a beneficio de la fundación Reina Sofía, y con asistencia de su majestad. Como cada vez que actúa, Barenboim dio no una, sino varias lecciones de ética y estética, de técnica y estilo. La lección ética, cada día más necesaria, fue demostrar que la función del intérprete no es hacerse con el compositor, apoderarse de él, sino tratar de descubrirlo para después explicarlo. No hay, en este caso, Beethoven de Barenboim; lo que hay es Beethoven de Beethoven a través de Barenboim.La lección estética: destruir, de golpe, el gran tópico de los tres estilos, esa ocurrencia analítica y didáctica del profesor Lenz gracias a la cual se vienen escuchando tres beethovenes diferentes. Sólo existe uno: el que aparece con claridad al final de la sonata Opus siete, de 1799, y se revela, en estado de última evolución, en la Opus 111, de 1822.
Año Europeo de la Música
Concierto extraordinario a cargo de Daniel Barenboim. Sonatas de Beethoven.Teatro Real. Madrid, 21 de abril.
A mitad de camino, en 1795, aparece la sonata Opus 57, cercana en el tiempo a la Sinfonía heroica, y denominada, por obra y gracia del editor hamburgués Cranz, Apassionata. Más clarificadora resulta la archirrepetida contestación dada por Beethoven cuando Schindler le pregunta sobre la significación de la obra: "Lea La Tempestad, de Shakespeare". Es evidente que el músico no se refería exclusivamente a tempestades físicas, sino más bien a las que se desatan en el espíritu del hombre frente a su entomo y su circunstancia.
Las lecciones técnicas de Barenboim son de distinto orden: la denominada técnica mecánica dejó de ser para él un problema desde los días de su infancia, luego de los estudios con su padre; la otra técnica, más trascendente, gracias a la cual se da con el mundo sonoro ideal y el tempo en su doble valoración interna y extema, constituye acaso el gran dominio de Barenboim.
El piano en la orquesta
A través de una continuidad asombrosamente serena, Daniel Barenboim nos revela, con los subrayados necesarios, qué es y en qué consiste el gran misterio de Beethoven, y al hacerlo parte del genial concepto pianístico que inaugura, con toda solemnidad, el romanticismo: el piano como idea-fuerza de la orquesta.Lizt y sus sucesores están a la vista. Decir que la actuación de Barenboim, se desarrolló en medio de un clima en el que al silencio profundo y expectante seguía el alborotado clamor, no es noticia. Sucede en todas las actuaciones de este inmenso músico en cualquier lugar que se realicen.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.