La policía india entra de nuevo en el templo dorado de Amritsar
Las fuerzas de seguridad indias entraron en la madrugada de ayer, por segunda vez en menos de un año, en el Templo Dorado de Amritsar (Estado de Punjab), el lugar más sagrado de la religión sij.Cuatro sijs fueron detenidos en la operación, que duró dos horas y en la que, según fuentes oficiales, participaron unos 500 miembros de las fuerzas de seguridad. Los agentes llevaron a cabo un minucioso registro durante el que requisaron armas y municiones.
La acción policial tenía por objeto localizar a los dos hombres que hirieron el viernes en Amritsar al responsable del Partido del Congreso (I) en el Punjab, Raghunandan Lal Bathia. Se ignora si los cuatro sijs detenidos fueron los autores del atentado.
Un alto responsable de la policía declaró a la agencia india PTI que las autoridades disponían de informaciones "seguras" según las cuales los "terroristas" -término que se utiliza oficialmente para designar a los militantes sijs- se habían reunido hacía algunos días en el Templo Dorado para poner a punto un plan de agitación en el Punjab.
El 2 de junio del año pasado, en un discurso dramático emitido por televisión, la primera ministra india Indira Gandhi declaró su intención de acabar con las acciones terroristas en el Punjab Tres días más tarde, al anochecer, lanzaba la operación Estrella Azul, destinada a desalojar a los extremistas sijs encerrados desde hacía casi un año en el complejo de edificios que componen el Templo Dorado.
Este asalto, en el que participaron varios miles de soldados, fue la causa del asesinato, el 31 de octubre de 1984, de Indira Gandhi por dos de sus guardaespaldas pertenecientes a la etnia sij.
El actual primer ministro indio, Rajiv Gandhi, hijo de Indira, inició desde su llegada al poder una ofensiva para pacificar el Estado de Punjab. De hecho, el mismo viernes, G. S. Tohra, un influyente dirigente sij, fue puesto en libertad a pesar del atentado contra Bathia. Tohra declaró poco después de su liberación que los asesinos de Indira eran "mártires".
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