El decreto sobre promoción turística enfrenta al Gobierno con Pujol y los socialistas catalanes
El decreto regulador de la promoción exterior del turismo, aprobado el pasado miércoles en Consejo de Ministros, ha sido interpretado en Cataluña como mi nuevo recorte a las competencias autonómicas ya transferidas, ya que esta materia según el Estatuto compete totalmente a la Generalitat.
Las críticas no sólo han sido efectuadas desde Convergéncia -el conseller de Turismo, Sanuy, ha declarado que quien quiera impedir que promocione a Cataluña en el exterior tendrá que retirarle el pasaporte-, sino que también el primer secretario del Partit del Socialistes (PSC), Raimon Obiols, se ha pronunciado en contra. Según los técnicos catalanes, actualmente la promoción turística debe hacerse muy zonalmente, huyendo de las campañas genéricas del tipo de España es diferente.El ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, replicó ayer en Barcelona a estas quejas. Según Barón, el decreto no prohibe a la Gerteralitat hacer sus campañas en el extranjero, sino que busca únicamente coordinar todo lo que se haga desde España en ese terreno. Refiriéndose al primer secretario del PSC, el ministro dijo: "Obiols no se ha leído el decreto o no lo ha entendido". Al enjuiciar esta decisión del Gobierno central, el líder del PSC declaró públicamente que "la vía de la reglamentación autoritaria y desconfiada no es la mejor fórmula para obtener una buena coordinación".
El Gobierno catalán decidió en su última reunión tramitar un recurso de inconstitucionalidad contra esta norma. Barón se entrevistó ayer por la tarde con Jordi Pujol y el conseller Sanuy. El presidente de la Generalitat transmitió al ministro la voluntad de su Gobierno de continuar la política turística desplegada hasta ahora, que se ha traducido en un sensible incremento de visitantes, y valoró las decisiones de la Generalitat en esta materia como "de notable eficacia y realizadas dentro del más absoluto respeto constitucional".
El director general de Promoción del Turismo del ministerio, Ignacio Vasallo, declaró a este diario que el real decreto "tiene como única misión regular las actuaciones en el exterior de todos los organismos que utilizan fondos públicos, ante la multiplicidad de ofertas actuales". En su opinión, "hay que coordinar la promoción a través de la Secretaría General de Turismo y de las oficinas nacionales que nuestro país tiene en diversos países, con el objeto de poner fin a cierta descoordinación en el terna".
El decreto obliga a que en todos los carteles de la publicidad turística, aunque sean zonales, aparezca el norribre de España con caracteres mayores que el resto de las palabras, así como la batidera española y el logotipo turístico basado en un grafismo de Joan Miró.
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