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Hay que esperar y ver

La trayectoria de los mercados en esta semana habla sido lo suficientemente confusa como para que el cierre no se viera obligado a reflejar el ambiente claramente inestable que se respira en las bolsas. Los cambios de timón en la política económica del Gobierno apuntados por el ministro de Economía, Miguel Boyer, provocaron en los mercados de valores toda una serie de movimientos especulativos que, al final, se quedaron en nada al imponerse la reflexión, y fijarse los plazos en que estas nuevas medidas podrían tener alguna repercusión en los mercados.La última sesión de este ciclo fue todo un ejemplo de inestabilidad, al nivel de las variaciones en las cotizaciones, que en el fondo sirvió para dejar las cosas casi como estaban al comienzo de la semana. Los valores del grupo de construcción mantuvieron las expectativas basadas en la alteración de la política gubernamental, en materia económica, y continuaron con la consolidación de sus precios, a pesar de que el ministro de Obras Públicas no se haya mostrado muy conforme don las pretensiones de su colega, en cuanto se refiere a los alquileres de viviendas. La desgravación en la compra de una vivienda, aunque no sea la propia, no está excesivamente relacionada con el mayor poder adquisitivo que se les otorga a las rentas más bajas, por lo que el mercado de valores guarda algunas reservas en cuanto al alcance real de esta medida. Pero, finalmente, se mantuvieron los precios por aquello de que ya estaban lo suficientemente bajos, y no se podía perder demasiado por intentarlo.

Los valores bancarios volvieron a registrar altibajos importantes, incluso con unos saldos por caja que continúan sin explicar a los peatones cómo es posible que se pierdan 10 enteros con un resto de menos de 10.000 títulos. La barandilla, tan animada siempre, empieza a pensar en los corros abiertos como mejor solución para la fijación de los cambios, con lo que parece que el espíritu democrático empieza a abarcar más terrenos que el simplemente político en este país. No obstante, las variaciones semanales indican que la situación del grupo es lo suficientemente tranquila como para permitirle seguir esperando acontecimientos un poco más de tiempo.

El mayor interés de la jornada estuvo, cómo no, en torno a los valores eléctricos, que empezaron la sesión con la firme determinación de mantener su tendencia a la baja, tal y como les imponía la situación del sector en los mercados. Pero la sorpresa surgió al detectarse algunos movimientos atípicos, cuyo resultado fue un cambio en el rumbo de las cotizaciones, casi tan drástico como el propuesto por el ministro de Economía en lo referente al consumo privado. De la pérdida de 1,75 de Hidrola, y los cuatro enteros que cedió Cantábrico, ambos en los primeros corros, se pasó a algunas repeticiones, y se llegó a una mejora en el, cuarto corro eléctrico de más de dos enteros para Unión Fenosa. Es evidente que la situación de los últimos valores que contratan en bolsa, no difiere en absoluto de la de los precedentes, en cuanto se refiere al traspaso de activos y los dividendos a percibir, por lo que puede que en la próxima semana se produzcan algunas sorpresas en este terreno. El volumen de contratación del viernes puede ser la piedra de toque para el futuro inmediato de los valores eléctricos.

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