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Mitos vivos del 'country', en Madrid

Desde Nashville con amor

Ahora que se reconoce que el rock se ha convertido en un lenguaje musical universal, no está de más recordar -aprovechando la visita a España de una cualificada embajada artística- que en el origen de todo se encuentra esa música cargada de violines, dobros, mandolinas, autoarpas y banjos que ha recibido el nombre genérico de country.Los emigrados escoceses, galeses e irlandeses que se afincaron en las montañas de Los Apalaches y en las grandes llanuras del Oeste americano trajeron consigo sus baladas y canciones. Allí las fueron acondicionando hasta dar lugar a una de las primeras músicas típicamente americanas: el hilbilly. Fue A. P. Carter, un vendedor de árboles frutales, quien con su esposa e hija dio a conocer las viejas canciones de las montañas a un público masivo.

Grupos como los Monroe Brothers o los Dixon Brothers perfeccionaron y comercializaron el género en los años veinte y treinta. El baile del granero, un programa radiofónico de la emisora WSM, de Nashville, que comenzó a emitir en 1925, popularizó hasta límites insospechados la vieja música, programando a veteranos cantores de tez ennegrecida por el sol y el viento, voces rasposas y alegres acompañamientos. El éxito condujo a la evolución del género, que muy pronto se convirtió en bluegrass de la mano de un tenor virtuoso de la mandolina llamado Bill Monroe y de Jimmy Rodgers, un cantante prematuramente muerto de tuberculosis, de los que aprendieron todos los maestros actuales.

Lester Flat, un guitarrista de talento; Earl Scrugs, un bajista de velocidad vertiginosa en los dedos; Doc Watson, un músico ciego que instauró las bases de la moderna guitarra de country; Hank Williams y Merle Haggard, cantantes y cronistas de una América que desaparecía arrasada por la industrialización, fueron las grandes figuras de los años cuarenta y cincuenta.

EI 'country' moderno

Cuando Elvis Presley revolucionó la música americana a golpe de caderas, descubrió en ellos a unos maestros de los que se podía aprender y abrió las puertas para que se introdujera un nuevo estilo, el rockabilly, del que fueron intérpretes destacados cantantes y compositores como Johnny Cash, Roger Miller o Marty Robins.Nashville se llenó de músicos, estudios de grabación y productoras de radio y televisión. Su música se fue edulcorando conforme se comercializaba, dando una imagen cada vez más blanda, acomodaticia y reaccionaria de Estados Unidos. Tuvo que llegar Dylan en 1969 a grabar su histórico Nashville Skyline para que se descubriera que en la ciudad de Tennessee existían grandes músicos, ya inmersos en la electrificación, que tenían aún muchas cosas que decir y tocar.

Fue el inicio del country-rock, una forma de hacer que llega hasta nuestros días. Buffalo Springfield, Grateful Dead, Poco, Country Gazette o Flying Burrito Brothers iniciaron una saga: que hoy impregna buena parte de la música que se hace en Estados Unidos, desde Los Lobos hasta Stray Cats.

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