Un incendio provocado destruye un almacén de la empresa de aceites Koipe en San Sebastián

Un comando terrorista provocó a primera hora de la tarde de ayer un incendio que destruyó totalmente el gran almacén de envasado de la empresa de aceites Koipe, SA, en el barrio donostiarra de Martutene, y otras dos factorías contiguas.

Las primeras estimaciones sitúan las pérdidas en cientos de millones de pesetas, a los que habrá que añadir los efectos del impacto de este atentado en unos momentos en que el Gobierno autónomo trata de reanimar la maltrecha economía vasca. Desde su fundación y hasta hace pocos años, Koipe SA fue dirigida por Juan Alkorta, el empresario vasco que desafió a ETA Militar negándose públicamente a pagar el denominado impuesto revolucionario. En la actualidad, Juan Alkorta es presidente honorario de Koipe, cuya sociedad controla desde el verano del pasado año el grupo empresarial francés Lesieur.

Estos datos hacen sospechar la posibilidad de que el atentado sea obra de ETAm, organización que ataca sistemáticamente los intereses franceses en España.

150.000 litros de aceite

El incendio, provocado al parecer con gasolina y cócteles molotov u otros explosivos, se inició en los depósitos que contenían entre 120.000 y 150.000 litros de aceite, y se propagó rápidamente alcanzando proporciones extraordinarias y destruyendo las factorías de pinturas Marpe y de la empresa de material eléctrico Electra, y dañando el almacén de la empresa Arratibel. Pasadas las cinco de la tarde, tres horas después de haberse iniciado el incendio, los bomberos de San Sebastián, Pasajes y Hernani habían agotado ya, y aparentemente sin grandes resultados, un millón de litros de agua que almacenaba una empresa de la zona. Un frente de fuego de más de 20 metros de ancho, envuelto en densas columnas de humo negro, se elevaba sobre el barrio de Martutene y asomaba al resto de la ciudad confundido con las nubes.

Los bomberos, que se abastecían de agua por medio de camiones cisterna, trabajaban denodadamente en el intento de resguardar los depósitos de butano de la empresa Arritibel, una vez comprobado que sus esfuerzos por apagar el grueso del incendio serían estériles en tanto no se consumiera la totalidad del aceite, las grasas y la margarina que almacenaba la nave industrial de Koipe. Lo comprometido de la situación llevó a las autoridades a solicitar la ayuda de las fuerzas policiales y del ejército, que desplazó al lugar varias unidades dotadas con motobombas. A primera hora de la noche las llamas no amenazaban ya a los depósitos de butano, cuya explosión habría provocado una verdadera catástrofe en el barrio de Martutene, según indicaron fuentes policiales.

El alcalde en funciones de San Sebastián, Markel Izaguirre, el gobernador civil, Julen Elgorriaga, los representantes de distintas fuerzas políticas, los trabajadores y los vecinos, expresaban su indignación por el incendio deliberado en un polígono industrial en el que se concentran grandes cantidades de líquidos inflamables.

"Esto es una salvajada y una locura", exclamaba repetidamente Markel Izaguirre, mientras los trabajadores de Koipe comentaban que el siniestro precipitará los proyectos de la empresa de trasladar la cadena de envasado a Andújar, y la sección de administración a Madrid.