El Gobierno y Peces-Barba discrepan sobre la tramitación del proyecto de legalización del aborto

El presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, aseguró ayer que la única vía posible para reconducir hacia cauces constitucionales el proyecto de ley del aborto, rechazado el pasado jueves por el Tribunal Constitucional, consiste en volver a tramitar parlamentariamente el proyecto, incluyendo en él los requisitos exigidos por el alto tribunal. Sin embargo, medios gubernamentales piensan que existen además otros métodos legales para lograr idéntico objetivo: la despenalización del aborto antes de que concluya 1985. Entre estos otros mecanismos para obtener el citado fin destaca la elaboración de un nuevo proyecto de ley por el Gobierno.

El vacío legal existente al respecto hacía, no obstante, que ayer el desconcierto siguiese siendo grande en medios gubernamentales y parlamentarios. Será, probablemente, el próximo Consejo de Ministros quien decida sobre el método a seguir.El presidente del Congreso de los Diputados convocó ayer, de manera un tanto sorpresiva, una conferencia de Prensa en la que aseguró que el Gobierno no puede retirar el proyecto de ley que regula la interrupción, en ciertos supuestos, del embarazo, proyecto que fue declarado inconstitucional mediante sentencia del Tribunal Constitucional comunicada el jueves.

Retirar el proyecto es ya imposible, dijo Peces-Barba, porque se han completado los trámites parlamentarios, y ello chocaría con el artículo 128 del reglamento de las Cortes.

También sería imposible, agregó Peces-Barba, recurrir al mismo procedimiento empleado cuando el Tribunal Constitucional falló contra determinados artículos de la LOAPA (Ley Orgánica Armonizadora del Proceso Autonómico).

Entonces, las mesas del Congreso y del Senado acordaron eliminar de la LOAPA los artículos declarados inconstitucionales y reordenaron el resto de la ley, que fue después publicada en el Boletín Oficial del Estado.

Sin embargo, en este caso no se trata de suprimir artículos, sino de introducir algunas garantías exigidas en la sentencia del alto tribunal. Ello hace inviable, en opinión del presidente del Congreso, seguir este trámite, pese a que ayer mismo, en un programa radiofónico matutino, el ministro de Justicia, Fernando Ledesma, no descartaba, entre las opciones posibles, acudir al método LOAPA. Cuando un informador le indicó esta aparente contradicción con el Ejecutivo, el presidente se limitó a responder: "Esto es como digo yo". Luego aseguró no haber hablado con el Gobierno sobre el tema: "Nunca el presidente del Congreso ha consultado con el Gobierno sus decisiones".

El método Peces-Barba consistiría en devolver el proyecto contra el cual ha fallado el Tribunal Constitucional a la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, donde se debatiría la introducción de las enmiendas necesarias para convertir el texto en constitucional.

Debate 'limitado'

Posteriormente, el texto resultante sería debatido por el Pleno del Congreso, pero solamente -enfatizó Peces-Barba- en aquellos aspectos criticados por el Tribunal Constitucional; es decir, no se podría entrar a discutir nuevamente ni los planteamientos generales sobre la constitucionalidad o no del aborto ni, específicamente, sobre el llamado aborto ético (embarazo consecuencia de violación), que sé encuentra planteado en el texto legal de forma irreprochable, de acuerdo con la sentencia del Tribunal Constitucional.

El propio Peces-Barba admitió que el desarrollo de este debate requerirá numerosas llamadas a la cuestión. Una vez debatido en el Congreso, el texto iría al Senado, para ser posteriormente publicado en el BOE.

Sin embargo, el Gobierno no parece haber decidido aún la adopción del método Peces-Barba, por entender, contra la opinión del presidente del Congreso, que existirían otras vías posibles, entre ellas, el método LOAPA, por más que todos admiten que es el más complicado técnicamente.

Joaquín García Morillo, asesor del ministro de Justicia, subrayó que él, personalmente, sería partidario de que el Gobierno presente a las Cortes un nuevo proyecto de ley, diejando en la vía muerta el ahora. existente. También cabría la posibilidad de que fuese el Grupo Parlamentario Socialista quien presentase ante el Congreso una proposición de ley, y que ésta fuese tramitada.

Ésta última parece ser la preferencia del presidente del grupo parlamentario socialista, Javier Sáenz Cosculluela, para quien "no solo cabe la vía de las enmiendas, sino también la de elaborar un nuevo proyecto".

Pero otros medios socialistas dijeron que seguir cualquiera de estas dos últimas vías significaría reabrir de nuevo todo el debate en torno al aborto, como pretende la oposición conservadora.

Gregorio Peces-Barba consideró que los plazos necesarios para volver a tramitar la ley -la tramitación podría hacerse mediante el procedimiento de urgencia- "no tienen por qué ser largos": "antes de diciembre podría estar aprobada la ley". Lo mismo opinaron fuentes gubernamentales, "sea cualquiera el método que se emplee".