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Reportaje:

La acuicultura, una prioridad científica

La acuicultura, definida como la cría en condiciones controladas de especies que se desarrollan en el medio acuático, está considerada en la actualidad como tema prioritario de investigación y desarrollo en España. La consideración de prioridad científica data de hace unos años, pero ha sido frenada, según fuentes del actual equipo del Ministerio de Educación y Ciencia, por la gran falta de especialistas, que hace que lo prioritario sea en estos momentos la formación de personal especializado. Sin embargo, aunque todavía escasas, existen ya en España varías factorías dedicadas a la producción de alevines o al engorde de especies que hasta ahora no habían sido cultivadas comercialmente, como el rodaballo y la lubina y varios moluscos y crustáceos, aparte de los experimentos llevados a cabo en los centros de investigación.El interés por este campo (que implica un conocimiento profundo de los ciclos de reproducción, la patología y los hábitos de nutrición y desarrollo de especies marinas y de agua dulce, muy poco estudiadas hasta el momento) se ha visto reflejado, por ejemplo, en el elevado número de solicitudes de asistencia al I Curso Teórico-práctico sobre Acuicultura que han organizado la facultad de Ciencias Biológicas de la universidad Complutense de Madrid y la Fundación Universidad Empresa. El curso, destinado a posgraduados, tiene lugar durante los meses de marzo y abril y ha sido dirigido por Carmen Bautista, decana de la citada facultad.

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El campo de la acuicultura es extraordinariamente amplio y abarca desde disciplinas básicas como zoología y botánica hasta otras más sofisticadas como la bioquímica, microbiología e ingeniería, señaló en una de sus intervenciones en el curso Javier Benito, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de Madrid. Benito señaló que actualmente en el mundo se distinguen dos tipos de acuicultura: la de supervivencia, orientada a la producción masiva de proteínas para la alimentación humana a bajo coste, sin tener en cuenta el aspecto de calidad, y la acuicultura industrial, tendente a la producción en forma rentable de seres vivos, alcanzando rentabilidades económicas lo más altas posible.

Según datos facilitados por la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), de 1975 a 1980 en el mundo se ha incrementado la producción mundial de productos cultivados en medio acuático en un 18% respecto a los peces, un 454% en crustáceos, un 303% en moluscos y un 209% en algas, lo que indica el interés mundial por el tema.

Por su parte, el zoólogo Rafael Alvarado señaló que no existe posibilidad de cultivar el mar a gran escala, y que por mucho que los pescadores tradicionales pretendan? perfeccionar sus barcos y técnicas de pesca, no pueden con ello evitar el continuar al nivel paleolítico de cazadores y no de agricultores. "El resultado", puntualiza Alvarado, les que nuestra utilización de los productos del mar continúa con 200 años de retraso frente a nuestros logros en el aprovechamiento de los recursos terrestres".

Según los datos facilitados por Benito, las previsiones efectuadas durante la conferencia mundial de la FAO en Kioto en 1976 indicaban que la producción mundial de productos acuicultivados se duplicaría en 10 años y se multiplicaría por 10 en los próximos 30 años, previsiones que se han ido cumpliendo.

Interés mundial por los cultivos marinos

Datos de otros países indican que Japón ha invertido en acuicultura en los últimos siete años una media de 70.000 millones de pesetas anuales, con lo que ha conseguido establecer una importante infraestructura.Estados Unidos ha incluido esta disciplina entre sus prioridades de investigación, mientras que en países subdesarrollados como Ecuador los productos acuicultivadog (en especial, los langostinos) han llegado a constituir el primer producto generador de divisas, después del petróleo.

Tanto el Consejo de Europa como la Comunidad Económica Europea han elaborado recomendaciones y proyectos de apoyo a la acuicultura, y en diversos países europeos se han establecido empresas nacionales de cultivos marinos.

En Europa se han establecido sobre todo explotaciones industriales de carácter intensivo o superintensivo. Se cultiva el mejillón (especie en la que España ocupa el primer lugar, con la mitad de la producción total), la ostra (que ha tenido graves problemas patológicos), la almeja, el langostino y al anguila (éstos, en poca cantidad o de forma sólo experimental), los salmónidos, los peces planos y, en especies continentales, la trucha y la carpa.

En España la situación en acuicultura marina es de existencia de una red suficiente -aunque descoordinada- de centros de investigación. En instalaciones privadas existen poco más de media docena, de las que el 50% están instaladas en Galicia. En ellas se produce semilla de bivalvos (ostra plana, gigas y almejas), alevines de lubina, rodaballo y dorada, y se engordan salmones, langostinos, rodaballos, lubinas y doradas.

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