El derrocado presidente Numeiri apoya al nuevo régimen militar instaurado en Sudán

El derrocado presidente sudanés, Yaafar Mohamed el Numeiri, envió ayer un mensaje de apoyo a su sucesor, el general Abderrahman Sewar ad Dahab, en el que asegura que comprende las circunstancias que le llevaron a tomar el poder. Numeiri, que permanece en El Cairo desde el golpe de Estado del pasado sábado, del que hasta ahora se desconocen víctimas, fue ayer sometido a una revisión médica de rutina en un hospital de la capital egipcia, aunque la agencia oficial libia Jana había anunciado anteriormente que Numeiri había sufrido un ataque al corazón.

"Como un simple ciudadano sudanés, yo continuaré sirviendo a Sudán, y os deseo éxito para mantener la unidad de Sudán contra los conspiradores", afirma Yaafar Mohamed el Numeiri en su mensaje, transmitido por la agencia oficial egipcia Mena.La agencia egipcia transmitió ayer también unas declaraciones del nuevo presidente sudanés en las que afirmaba que las relaciones entre El Cairo y Jartum "se mantendrán tan fuertes como siempre". "Agradecemos a Egipto y a su presidente, Hosni Mubarak, su actitud respecto a los últimos acontecimientos en Sudán", añade Sewaradahab. Mubarak ha anunciado que Numeiri puede permanecer en El Cairo.

Las primeras informaciones enviadas por las agencias de Prensa internacionales desde Jartum, una vez reestablecidas las comunicaciones telefónicas y por télex, indican que la capital sudanesa continúa estando prácticamente paralizada por las huelgas, mientras los trabajadores exigen la instauración de la democracia y el respeto a los derechos humanos.

El nuevo presidente ha advertido, según la agencia Reuter, que los trabajadores que no se incorporen de inmediato a sus puestos de trabajo serán acusados de alta traición. En un mensaje transmitido en directo por radio a todo el país, Sewaradahab dijo que los militares se mantendrían en el poder por un período transitorio, después del cual convocarían elecciones libres, pero no dio detalles sobre cuánto podría durar ese período.

Mientras el presidente hablaba, las huelgas continuaban en Jartum, ejecutada no sólo por los trabajadores, sino por los médicos, ingenieros, empleados de bancos, profesores y abogados, que piden "un Gobierno transitorio democrático y nacional" por un período de tres años. Los huelguistas solicitan también la consecución de un acuerdo para acabar con la rebelión del sur del país.

"La democracia no vendrá por medio de la anarquía, sino por medio del trabajo", dijo el presidente en su mensaje al país, y advirtió que será aplicado el estado de emergencia contra cualquiera que comprometa los intereses de Sudán". Sewaradahab afirmó que los militares actuarían enérgicamente contra "los que están tratando de destruir el sistema".

Ayer se conocieron, según informa la agencia France Presse desde El Cairo, nuevos detalles sobre el golpe de Estado que derrocó a Numeiri mientras éste realizaba una visita oficial a Estados Unidos. Dos generales, Tadjel din Abdallah Fadl y Mohamed Tewfik Jalil, así como el vicealmirante Yusef Hasin, colaboraron con el ahora presidente en la organización del compló.

Por otra parte, ayer apareció en el diario soviético Pravda el primer comentario oficial sobre el golpe de Estado sudanés. El órgano del Partido Comunista de la Unión Soviética destaca la voluntad de los militares golpistas de "actuar de acuerdo a los principios del no alineamiento y de proseguir una política basada en la no participación del país en ningún bloque".