Westinghouse, SA, propone al Ministerio de Industria y Energía hacerse cargo de General Eléctrica
Westinghouse, SA (Wesa), ha hecho saber al Ministerio de Industria su disposición a hacerse cargo de General Eléctrica Española (GEE), firma que atraviesa una crítica situación. Mientras el plan de reconversión del sector parece encontrarse en vía muerta, la dirección de Wesa estima contar con suficientes elementos para poder encargarse de la reindustrialización de una parte importante del sector, es decir, ocuparse también de otras empresas, pasando por una reducción de plantilla y un sucesivo relanzamiento de la actividad productiva.
En un informe remitido al citado ministerio, la gerencia de Wesa, a cargo ahora de la firma británica Arbobyl, señala sentirse capaz de "encargarse de la reindustrialización de una parte importante del sector de grandes bienes de equipo eléctricos, en base a la cartera de oportunidades ya identificadas". Para Wesa, la segunda parte de la reconversión, la reindustrialización, no requiere apoyos "duros" de la Administración, sino apoyos "blandos", tales como intercambio de información y ayuda para conocer e identificar mercados nacionales y sobre todo internacionales.La idea de Wesa está motivada por las recientes circunstancias por las que atraviesa el sector y la queja de una mayoría de fabricantes, que acusan a General Eléctrica Española (GEE) de estar "tirando los precios", vendiendo equipo en cerca de un 30% por debajo de la competencia y en todo caso por debajo del precio de coste. La actitud de GEE está provocando una difícil situación para todo el sector, que se ve forzado a competir en estas condiciones. Por ejemplo, se sabe que el coste del material en el precio final del producto ha pasado del 35% en 1984 al 42% este año, a pesar de lo cual los fabricantes no están repercutiendo estas alzas en los precios de venta al público. De la situación de guerra de precios se están beneficiando las eléctricas.
Para José Montes, consejero delegado de Brown Bovery, "la política de precios del sector es ruinosa. Ésta es una situación diabólica. La guerra de precios, a la que no sólo se ha apuntado General Eléctrica, conduce a un deterioro general de la situación, de forma que llegará un momento en que todos estaremos igual de mal". Para el directivo de Brown Bovery, es preciso ir a un modelo industrial rentable, como primera premisa, "porque el problema no se soluciona con la reducción de plantillas".
Fuentes del sector han manifestado su intención de estudiar la posibilidad de actuar legalmente contra las prácticas dumping (abaratamiento anormal) de General Eléctrica. Según tales fuentes, GEE "se ha comido ya totalmente el capital social y está ahora tratando de arruinar a la competencia trabajando con el dinero de sus acreedores". Otras fuentes señalan que la intención de GEE sería hacerse con una buena cartera de clientes, a base de bajar precios, con la que poder negociar con Industria desde una posición más favorable cuando se produzca el obligado salvamento de todo el sector por la Administración.
Reducción de pérdidas
"Los planes de Westinghouse, SA, eran alcanzar durante este ejercicio una cuenta de resultados sin pérdidas, para empezar en 1986 a ganar dinero y recuperar empleo, según el plan de viabilidad aprobado en su día. Pero la actitud de GEE está alterando estos planes, obligando a todos a perder dinero". En el mencionado informe se asegura que "absorber las actividades de otras empresas y tomar la iniciativa en el saneamiento del sector supone proteger los intereses de Wesa, ya que nuestro plan de viabilidad se encuentra en peligro por el hecho de que nuestro principal competidor -GE, entre otras empresas- está condenado a seguir una política de precios suicida para ellos y posiblemente homicida para nosotros".
Wesa está dispuesta a absorber en una primera etapa a unos 1.500 o 1.600 trabajadores de la plantilla actual de GEE, compuesta por 2.730 personas, comprometiéndose a reabsorber una cantidad suplementaria a determinar con la Administración en un tiempo prefijado de unos tres años. Wesa no se haría cargo de la deuda de GEE y, como contrapartida, se compromete a relanzar todo el grupo dentro y fuera de España mediante un plan de reindustrialización basado en nuevos productos. El acuerdo con la Administración entrañaría el soporte oficial para la creación de mercados y el relanzamiento de las empresas, mediante la introducción y colocación de nuevos productos.
General Eléctrica suspendió pagos el 3 de enero del pasado año y su futuro constituye el primer obstáculo para la reconversión sectorial. A diciembre pasado, la deuda de la empresa con Hacienda y la Seguridad Social se elevaba a 8.250 millones de pesetas. En enero la patronal, Sercobe, presentó su plan sectorial de reconversión, en el que figuraban unos excedentes que rondan las 6.000 personas, y se solicitaban unas ayudas cercanas a los 43.000 millones. En la segunda quincena del mes pasado, las principales firmas del sector (Wesa, General Eléctrica, Siemens, Brown Bovery) hicieron llegar a Industria sus proyectos de reconversión.
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