El Ejército israelí libera a 752 prisioneros
El Ejercito israelí liberó ayer a 752 presos del campo de concentración de Ansar, en el Líbano meridional, a 20 kilómetros de la frontera con Israel, mientras otros 1.000 considerados más peligrosos están siendo trasladados en autobuses a un nuevo campamento situado en el mismo Estado judío y su excarcelación depende, según Tel Aviv, de la continuación de los ataques antiisraelíes en el sur del territorio libanés.La aparente medida de clemencia israelí, denunciada por la Cruz Roja Internacional como una violación de la IV Convención de Ginebra, se explica por la próxima puesta en práctica de la segunda y penúltima etapa de la retirada de sus fuerzas armadas (Tsahal) del sur de Líbano, que ocupan desde hace 35 meses.
Los detenidos puestos en libertad, la mayoría de los cuales optaron por marcharse de la zona bajo ocupación, recibieron todos una carta redactada en árabe en la que se les anuncia su excarcelación "a pesar de los crímenes que cometieron" contra el Tsahal, y se les advierte que, si reinciden, Israel "encontrará la manera adecuada de castigarles".
Una vez en Sidón, ciudad recientemente evacuada por los israelíes, numerosos ex reclusos rompieron la misiva ante las cámaras de televisión mientras entonaban canciones patrióticas y religiosas en las que prometían seguir luchando contra el enemigo "hasta la victoria", gritaban "Ala ajbar" (Dios es el más grande), y alababan al líder de la revolución iraní, el ayatollah Jomeini.
A finales de marzo unos 1.800 cautivos, libaneses shiíes en un 75% y el resto palestinos, permanecían en Ansar. El campamento quedó totalmente vacío en noviembre de 1983.
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