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Condena unánime a la creación de un 'colchón' proisraelí en Sidón

Desde los Gobiernos de Beirut y Damasco hasta los diferentes grupos de la resistencia palestina, pasando por la izquierda libanesa y las organizaciones integristas islámicas, todos, por una vez unidos, denuncian el compló fomentado por Israel en Sidón para atraer a la población cristiana hacia su frontera septentrional, donde le protegería como un colchón de los eventuales ataques shiíes y palestinos.Iniciados a mediados de marzo, al cumplirse justamente el mes de la retirada israelí de la capital del sur de Líbano, los enfrentamientos entre el ejército regular y los grupos armados musulmanes, por un lado, contra las Fuerzas Libanesas (milicias cristianas unificadas), por otro, se recrudecieron el pasado fin de semana con la entrada en combate de centenares de fedayin en defensa de los campamentos de refugiados bombardeados desde las colinas circundantes.

Una vez acabada la segunda fase de retirada las Fuerzas Libanesas, desprovistas ya del apoyo israelí y en inferioridad militar ante su enemigo musulmán, no tendrán más remedio que replegarse siguiendo los pasos de su protector y arrastrando tras sus huellas, "a los cristianos de Sidón y Jezzin hacia la franja fronteriza con Israel de donde los musulmanes, sobre todos los shiíes, habrán sido previamente empujados hacia el norte", según el ministro para el Sur de Líbano, Habib Berri.

Las Fuerzas Libanesas, que han acusado a los palestinos de atizar los disturbios para restablecer su antigua hegemonía, han desmentido a través de su jefe adjunto para el Sur, Nawal Dagher, "tener la intención de convertirse en los custodios de ninguna frontera empezando por la israelí".

Algunos indicios concordantes inducen a sospechar que las tropas israelíes, cuyas líneas defensivas se sitúan al este y noreste de Sidón, justo detrás de las posiciones de la milicia cristiana, participan indirectamente en los combates al lado de su aliado, las Fuerzas Libanesas, equipadas con cañones que disparan desde un territorio controlado por el Tsahal y, por lo tanto, con su autorización.

Rechazan 'cascos azules'El Gobierno israelí acaba oficialmente de rechazar el despliegue de los 5.000 cascos azules de la ONU, actualmente destacados algo más al norte a lo largo de su confín, por considerarles ineficaces para defenderlo ante eventuales infiltraciones guerrilleras.

Los expertos castrenses de Tel Aviv aseguran que ninguna de sus milicias libanesas aliadas, predominante o exclusivamente cristianas, podría de ahora en adelante dominar el terreno que discurre paralelamente a su frontera septentrional si la población allí asentada, mayoritariamente shií, fuese hostil a la fuerza pro israelí que intentaría controlarla. De ahí a que Israel pretenda convertir a los cristianos en la colchoneta que amortigüe los golpes que le serán asestados hay un paso que casi toda la clase política libanesa no ha dudado en dar.

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