Kuwait adopta medidas defensivas ante el peligro de extensión de la guerra Irán-Irak

Kuwait ha acabado de poner en pie un poderoso sistema defensivo en su isla estratégica de Bubiyan, en previsión de una posible extensión de la guerra entre Irán e Irak, según anunció ayer su ministro de Defensa, el jeque Salem al Sabaa. La situación en el conflicto del Golfo y las medidas para ponerle fin serán objeto de estudio en una reunión que iniciará mañana el Consejo de Ministros de la Liga Árabe.

En una entrevista publicada por el diario Al Watan y recogida por la agencia de prensa Kuria, el titular de la cartera de Defensa del Gobierno del emirato afirma que "la guerra puede abarcar al territorio kuwaití en cualquier momento (...), y debemos tomar todas las precauciones necesarias para hacer frente a esta eventualidad", informa Ignacio Cembrero desde Beirut.Entre las medidas preventivas, precisó el jeque Salem, el Gobierno de Kuwait ha convertido en un año a Bubiyan, que controla el acceso a la base naval iraquí de Um Qasr, "en una zona exclusivamente militar, provista de una poderosa defensa antiaérea", además de artillería convencional y fortificaciones que protegen a las tropas de infantería allí destacadas.

Para que su marina tuviese acceso directo al mar desde el puerto militar de Uin Qasr, el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Tarek Aziz, solicitó hace un año a Kuwait que le cediese esa isla y la de Warba, situadas a 40 kilómetros de la costa del emirato.

Pero la amenaza formulada por el presidente del Parlamento de Irán (Majlis), hoyatoleslam Hashemi Rafsanjani, de que en caso de conquista de las islas por el Ejército islámico iraní nunca serán devueltas" a Kuwait, disuadió a las autoridades del emirato de aceptar la petición iraquí y las incitó, al contrario, a erigir un costoso sistema defensivo.

El ministro de Kuwait, el país del Golfo Pérsico que más ha sufrido las consecuencias de los 54 meses de contienda, confirmó también que las seis monarquías que integran el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) -Arabia Saudí, Bahrein, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Qatar- están organizando una fuerza de defensa común bautizada como escudo peninsular, a la que Riad contribuirá destacando un batallón, y que estará mandada por un general saudí. La creación de esa fuerza fue decidida por los jefes de Estado de los miembros del CCG en la reunión que mantuvieron el pasado mes de noviembre en Kuwait.

"Los países del CCG", concluyó, "intercambian información y se comunican sus experiencias con el propósito de conseguir que esta región sea inmune a cualquier agresión", que, en opinión de los responsables kuwaitíes, sólo puede partir de Irán a pesar de la neutralidad oficial observada por el emirato para evitar ser arrastrado por el conflicto del Golfo.

La escalada militar de la guerra será analizada también a partir de hoy en Túnez por los 20 países de la Liga Árabe, según informa la agencia France Presse. Los trabajos durarán tres días y será examinado prioritariamente el informe del comité árabe de los siete sobre el conflicto irano-iraquí. Este comité agrupa a los ministros de Asuntos Exteriores de siete países árabes (Arabia Saudí, Kuwaít, Irak, Jordania, Yemen del Norte, Túnez y Marruecos) y al secretario general de la Liga Árabe, Chadli Klibi.

Desde su creación, hace un año, este comité ha hecho múltiples gestiones para que presionen sobre Irán a fin de que acepte una solución negociada. La reunión del consejo de la Liga Árabe reafirmará su solidaridad con Irak y pronunciará un nuevo llamamiento a Irán para que cese las hostilidades.

Hoy expira, por otra parte, el plazo dado por Irak a la población iraní de Ahwaz para que abandone la ciudad, que, según se anunció en Bagdad, será objeto de un bombardeo.