La situación en Oriente Próximo
(...) Ha habido una considerable conmoción en Egipto, Jordania y en la Organización para la Liberación de Palestina en las últimas semanas, que ponen de manifiesto el interés por demostrar una nueva actitud hacia Israel. Todo parece girar en torno a la propuesta de creación de una entidad palestina en Cisjordania y Gaza, vagamente unida a Jordania y de alguna manera en paz con Israel. La proposición ha llegado con la advertencia del rey Hussein de que es la última propuesta árabe y la mejor, la última posibilidad que tiene Estados Unidos para obligar a Israel a aceptarla. ¿Qué es lo que va a ocurrir? Lo que sucederá es que Israel se retirará de Líbano y se recogerá para dedicarse a recomponer su maltrecha economía. Egipto y Jordania sostendrán que han hecho lo mejor que podían para obtener la ayuda norteamericana. (...)Esta no es la última posibilidad para llevar a estos beligerantes ya exhaustos al reconocimiento de las realidades. La más importante realidad es que los árabes tendrán, finalmente, que negociar con Israel, no con Estados Unidos. (...)
El exceso de celo es un viejo vicio de Estados Unidos en su política respecto a Oriente Próximo. Esto era comprensible antes, en tanto que el compromiso americano con Israel exasperaba las relaciones con los países árabes e interfería en el comercio del petróleo. De esta forma, la política americana cabalgaba sobre dos corceles que corrían en direcciones opuestas.
Fue el presidente egipcio Sadat el primero que se percató de que la mejor forma de obtener la ayuda americana y su protección pasaba por la aceptación de Israel. (...) Pero ahora que el Frente para la Liberación de Palestina se encuentra dividido y que Israel no desea anexionarse más territorios árabes ha llegado el momento de la paz.
22 de marzo
