Apuestas a favor y en contra de que el interés aguante el tipo
La apatía inversora responde en buena medida a las expectativas sobre la-evolución del precio del dinero
Los inversores no encuentran ahora excesivas posibilidades de colocación de sus ahorros, ya que e mercado primario mantiene un oferta casi exclusivamente centra da en emisiones de cédulas hipotecarias y de bonos bancarios, de tesorería y de caja.La coyuntura está marcada por el descenso de los tipos de interés, aunque mucho más suave que en semanas anteriores. Los márgenes entre las emisiones públicas y las privadas se estrechan poco a poco.
Pero quizá la nota más significativa sea el grado de incertidumbre que mantienen los analistas a la hora de prever la evolución de los tipos de interés. La posibilidad, aunque no sea ni clara ni inmediata, de una posible elevación de la retribución al dinero hace que las grandes carteras inversoras se mantengan en liquidez, al tiempo que actúan con mucha agresividad en los pagarés del Tesoro.
Algunos síntomas del otro lado del Atlántico advierten de esta posibilidad, ya que los expertos norteamericanos predicen un repunte de los tipos de interés en Estados Unidos a corto plazo, lo que terminaría por influir en Europa y, cómo no, en España. De momento empieza a ser algo sospechoso que el interbancario español, es decir, el precio al que se prestan los bancos dinero entre sí, se haya estabilizado al 12% desde hace tiempo. Algunos expertos consideran, sin embargo, que esta estabilización no supone ningún peligro, siempre que no vaya acompañada de una indisciplina monetaria, lo que no parece estar ocurriendo, al menos de una forma continuada.
Los pagaréis de empresa
Las emisiones privadas presentan, lógicamente, un descenso en sus tipos de interés paralelo al experimentado por los pagarés del Tesoro. Como ejemplo, las últimas subastas de la Bolsa de Madrid han registrado la oferta de pagarés de Telefónica a un año, con un descuento del 10,373% (equivalente a un interés anual del 11,576%); Enher, también a 12 meses, con un descuento del 11,125% (interés anual del 12,517%); Endasa, a nueve meses, con un descuento del 11,938% (interés anual del 13,075%); Citroën, también "nueve meses, al 11,875% de descuento e interés anual del 13,074%; Iberia, a ocho meses, con un descuento del 11,625% (interés anual del 12,561%); Renfe, a seis meses, con un 11,625% de descuento y un interés anual del 12,200%, y Dow Chemical, a cuatro meses, con un descuento del 10,5%, equivalente a un interés anual del 10,862%.
En el mercado primario de pagarés de empresa se encuentran pocas oportunidades para los inversores particulares. Las emisiones que se realizan en estos momentos son de paquetes grandes (más de 5.000 millones de pesetas) y oscilan entre un 15% y un 13,75% de interés anual. Estas emisiones son a largo plazo, de tres a cinco años. Las ofertas para cifras más modestas -no inferiores a 10 millones de pesetas- están protagonizadas por Seat, que ofrece en torno al 13,25% Renfe, el l2,5%; Unión-Fenosa, 12,25%, y Phillips, el 12,5% o 12,75%.
El Paso es que las empresas -especialmente las multinacionales y las sociedades del Instituto Nacional de Industria- se han volcado en la emisión de pagarés, dado que este tipo de financiación les resulta mucho más barato que los créditos bancarios. Sin embargo, la -emisión de pagarés podría verse estrangulada en alguna medida si, como apuntan ciertos indicios, la autoridad monetaria realiza algún tipo de limitación para estos activos.
No hace muchos días que Mariano Rubio, gobernador del Banco de España, recordaba que el agregado monetario M3 (efectivo en manos del público, más depósitos a la vista y a plazo) ha crecido un 8% en los dos primeros meses, frente al 11% previsto, mientras que los activos líquidos en manos del público (ALP) -que incluyen además otros pasivos del sistema crediticio y de las sociedades mediadoras, así como los pasivos del Estado y pagarés del Tesoro han registrado un crecimiento del 15%, frente al previsto 13%.
Algunos analistas consideran, sin embargo, que aún es muy pronto para saber si está teniendo lugar una indisciplina monetaria en este sentido, ya que el crecimiento de los APL se debe básicamente a los resultados del pasado mes, y será necesario esperar otros dos meses al menos para confirmar esta ten ciencia.
Lo cierto es que la falta de posibilidades para muchos inversores de entrar en pagarés del Tesoro, la debilidad actual del mercado bursátil y el descenso de retribución de los depósitos bancarios a plazo y de los pagarés bancarios (véase EL PAÍS de 17 de febrero) están empujando a los inversores hacia los pagarés de empresa.
Eso sin olvidar otras dos alternativas inversoras del momento (véase recuadro), constituidas por las emisiones de bonos de caja y de tesorería de la banca y por las cédulas hipotecarias.
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