'Amadeus' y 'Los gritos del silencio', favoritas para los Premios Oscar de este año
Hollywood, y por extensión la ciudad de Los Ángeles, se dedican, a pocos días de la gran noche de los oscars (el próximo día 25), y con fiebre típicamente norteamericana, a su juego favorito: pronosticar los resultados de este año. En esta 57ª edición d e los premios de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood hay listas para todos los gustos, aunque se perfilan como favoritas Amadeus, de Milos Forman, y Los gritos del silencio, de Roland Joffé. Entre las incógnitas de este año se incluye la posibilidad de que José Luis Garci obtenga su segundo oscar con Sesión continua, propuesta para esta distinción.
El juego es arriesgado porque los fallos, olvidos, caprichos o incluso intemperancias de los miembros de la docta casa son proverbiales y han llegado a formar parte de la salsa de la historia de Hollywood. Todo el mundo recuerda por estas fechas que ni Greta Garbo, ni Alfred Hitchcock, ni John Barrymore, ni Marilyn Monroe, ni Buster Keaton, ni Marlene Dietrich, entre otros muchos, consiguieron la estatuilla. Y que genios como Orson Welles o Charles Chaplin la obtuvieron de refilón, el primero como coguionista (Ciudadano Kane) y el segundo como ¡músico! (por Candilejas).Para quienes cada año siguen extrañándose o indignándose con los resultados finales habría que recordar que en la concesión de los oscars no interviene un jurado de críticos ni escritores especializados, sino profesionales que premian a colegas de trabajo. En otras palabras, estos premios son recompensas sindicales, y la academia no es otra cosa, a fin de cuentas, que un templo laboral. Los valores puramente técnicos, los prestigios gremiales y la importancia de los grandes estudios tienen, por tanto, un peso definitivo.
Una ojeada a los títulos nominados esta vez descubre fácilmente por dónde van los tiros. En primer lugar, y pese a lo mucho que se ha escrito sobre la importancia creciente del producto independiente (o sea, la película hecha al margen de las grandes compañías y distribuida por canales secundarios), la lista está compuesta casi exclusivamente por filmes de Warner Bros (Los gritos del silencio, Greystoke), Columbia (Pasaje a la India, Soldiers story, Cazafantasmas, The karate kid, Starman), Orion (Amadeus, Broadway Danny Rose, The Cotton Club), Universal (Bajo el volcán, El río, Dune), etcétera. Hasta la Metro -en patética decadencia- obtuvo dos nominaciones (2010 y The pope of Greenwich Village). La aparición de alguna sigla o marca nueva como Tri-Star (Place in the heart, The natural, The Muppets take Manhattan, Songwriter) tampoco debe engañar al lector. La compañía es nueva, pero está formada por tres grandes como Columbia, HBO (la empresa más fuerte de televisión por cable) y CBS, una de las grandes de la TV de Estados Unidos.
La segunda consideración es que la academia sigue fiel a su orden de preferencias: primero el drama y luego, mucho después, la comedia. Sólo Woody Allen (Brodway Danny Rose) ha conseguido dos nominaciones importantes (director y guión). Cazafantasmas tiene también dos, pero son por una canción y por los efectos especiales. Ni siquiera el monstruo de la taquilla, el escándalo del año, Eddie Murphy y su Beverly Hills Cop han rebasado una nominación (a pesar de los 84 millones de dólares que recaudó en sólo 28 días). El resto son películas serias: un tema cultural (Amadeus), literario (Pasaje a la India), bélico (Los gritos del silencio) o supuestamente social (En un lugar del corazón, Soldiers story). Las aventuras también siguen relegadas a última posición y dentro de las especialidades puramente técnicas (Indiana Jones, 2010, Dune, Tras el corazón verde).
Sólo hay una excepción que, como tal, confirma la regla: El norte, un filme realmente independiente sobre la inmigración ilegal, distribuido por una nueva compañía (Island Alive), que ha obtenido una sorprendente acogida por parte de la crítica y del público durante el último año. Y aun así, sólo aparece en la categoría de guión.
Para el público español, naturalmente, la selección actual ofrece una incógnita especial: qué puede ocurrir con Sesión continua, la segunda película de José Luis Garci que recibe tal honor, habiendo sido ganadora dos años antes la primera, Volver a empezar. Al parecer, los títulos mejor colocados son Beyond the wall, de Israel -un país repetidamente mencionado y que sólo una vez se alzó con el triunfo-, y Dangerous moves, de Suiza, dirigida por Maximilian Schell, de siempre un actor y director favorito de la academia. Pero Volver a empezar se recuerda aún con fuerza y, aunque su explotación comercial tuvo resultados modestos, es muy posible que los académicos prefieran ser fieles a sí mismos y vuelvan a premiar a Garci. En cualquier caso, algo ha de destacarse y es la aparición casi constante de un filme español en el quinteto de honor. Durante los últimos cinco años, cuatro veces (El nido, Volver a empezar, Carmen y ahora Sesión continua). Esto sin contar las coproducciones donde también intervino nuestro país. Este mismo año, Camila, el filme argentino, nominado igualmente, es también español, por la empresa coproductora y por el trabajo de Imanol Arias. Hay quien empieza a preguntarse ya por la razón de tal constancia, que empieza a ser advertida por la Prensa del país. Y sólo cabe una explicación: que nuestras películas gustan aquí cada vez más, como en realidad ocurre en otros tantos lugares.
Mi quiniela particular, para seguir el juego, es la siguiente: Sam Waterson, como mejor actor, y su compañero S. Ngor, como mejor secundario, ambos por su participación en Los gritos del silencio. Mejor actriz, Sally Field, por Un lugar en el corazón, y mejor secundaria, Peggy Ashcroft, por la encarnación de Mrs. Moore en Pasaje a la India. Mejor director, Milos Forman, por Amadeus, y mejor película, la propia Amadeus.
Todo esto es pura cábala y acertijo. Sólo hay un ganador seguro, el gran James Stewart, símbolo tantas veces del honesto americano medio, a quien ahora, a sus 76 años, la academia va a recompensar con un oscar honorífico. Otro mítico de Hollywood, Jack Lemmon, estará allí para presentar la ceremonia.
Babelia
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