Muestra de pintura catalana presentada en Madrid

Con motivo de la inauguración de la nueva sede social de la Caja de Barcelona en Madrid, fue presentada el pasado lunes la muestra titulada Maestros de la Pintura Catalana. Cerca de medio centenar de obras, procedentes de la colección Josep Sala, de los fondos del Museo de Montserrat, reúnen en esta exposición nombres de la talla de los de Picasso, Fortuny, Casas, Rusiñol, Nonell o Mir.Situada en un edificio realizado por el arquitecto Tomás Gómez Acebo entre 1905 y 1908 -que ha sido cuidadosamente restaurado y reacondicionado para su nuevo cometido-, la sede madrileña de la Caja de Barcelona ha celebrado el inicio de su andadura con la presentación de una excelente exposición sobre la pintura catalana de finales y principios de siglo, muestra con que se abre también la trayectoria de actividades culturales de la obra social de la entidad catalana en esta ciudad. El casi medio centenar de obras reunidas en esta exposición es una selección de la célebre colección Josep Sala, uno de los mejores conjuntos privados de pintura catalana del cambio de siglo, y que hoy pertenece, por expresa donación de su propietario, a los fondos del Museo de la Abadía de Montserrat, de los que pasaron a formar parte en 1980, tras el fallecimiento de Josep Sala.

En un arco que va desde el período romántico al noucentisme, esta selección de maestros de la pintura catalana reúne obras de Fortuny, Martí Alsina, Joaquim Vayreda, Josep Berga, Josep Cusachs, Francese Gimeno, Rusiñol, Casas, el joven Picasso, Nonell, Mir, Anglada Camarasa, Pidelaserra, Canals, Feliu Elías, Sunyer, Obiols y Xavier Nogués. Piezas de muy primera fila, en su mayoría, nos dan la talla del conjunto al que pertenecen y brindan un atractivo acercamiento a uno de los períodos más fértiles de la plástica catalana y española. Con todo, aun dentro del alto nivel del conjunto, algunas piezas merecen ser destacadas de un modo particular; así, el sugerente Vendedor de tapices, de Fortuny; el Café de Montmartre o el Patio azul, de Rusiñol; El viejo pescador, de un Picasso adolescente; los espléndidos conjuntos de Casas y Nonell; un sorprendente bodegón de Feliu Elías... La exposición, que ayer abrió sus puertas al público, permanecerá en Madrid hasta el próximo 28 de abril.