Diecinueve personas esperan un trasplante de corazón en Barcelona

Salvador Vargas Martín, que evoluciona satisfactoriamente del trasplante de corazón que se le realizó el pasado domingo en Barcelona, tuvo que esperar tres semanas a que hubiera un donante adecuado para la intervención. "La falta de donantes es el factor limitativo más importante en el programa de trasplantes de corazón", afirmó ayer el doctor Alejandro Aris, responsable de esta operación y codirector, junto con Josep María Caralps, de la unidad de cirugía cardiaca del hospital de Sant Pau de Barcelona, que ha realizado ya otros cuatro trasplantes de corazón. Diecinueve pacientes esperan en Barcelona la aparición de donantes para ser sometidos a la intervención quirúrgica.Salvador Vargas, canario, casado, de 41 años, se despertó ayer a primera hora de la mañana, departió con el doctor Aris y otros miembros del personal médico que le atiende y se tomó un yogur, antes de hablar con sus familiares. Hombre poco extrovertido y de carácter calmo, quiso peinarse cuando ayer acudieron equipos de TV-3 a tomar unas imágenes. Vargas no siente, por el momento, molestias de ningún tipo fuera de las normales en el proceso posoperatorio. Ha sido extubado y permanecerá aún 10 días en la unidad de cuidados intensivos del hospital.

El paciente llevaba cinco años sin trabajar, a causa de su miocardiopatía. Anteriormente le fue cambiada la válvula aórtica, en Madrid. Como otro trasplantado anterior, proviene del Hospital Clínico de Tenerife, y estaba ingresado en el hospital de Sant Pau, a la espera de un donante, desde el pasado día 19 de febrero.

Para ayer por la tarde estaba prevista una reunión en la que el equipo médico debía dar vía libre a un nuevo paciente, que, a partir de esta decisión, habrá de esperar hasta que se produzca una donación adecuada.

"Si el flujo de donantes aumentara, nosotros aceleraríamos, sin duda, nuestro ritmo de trasplantes", dijo el doctor Aris. El hospital de Sant Pau ha realizado, con éste, cinco trasplantes de corazón desde mayo de 1984, lo que supone una media de una operación cada dos meses.